EL CAIRO- El macrojuicio de este sábado contra el ex presidente egipcio Hosni Mubarak, quedó interrumpido apenas al comenzar, cuando el juez encargado del caso, Mustafa Hassan, anunció que se retira por iniciativa propia.
Hassan considera que no está en situación de dirigir el proceso y pasó el juicio nuevamente al tribunal de apelaciones, que deberá designar a un nuevo magistrado.
Mubarak fue acusado por la muerte de 846 manifestantes durante las protestas que acabaron con su mandato.
Familiares de las víctimas lo habían acusado de parcialidad. Al inicio del proceso se habían producido varias interrupciones por parte de los abogados de los familiares de las víctimas, que exigían la retirada del magistrado.
Hassan dirigió un juicio que terminó el año pasado con las controvertidas absoluciones de 24 ex funcionarios del régimen. El proceso se refería a los sucesos del 2 y 3 de febrero de 2011, cuando los seguidores de Mubarak enviaron hombres a caballo y en camellos a la plaza Tahrir, donde atacaron con cuchillos y palos a los manifestantes. La declaración del juez desató un tumulto en la sala de la antigua academia de la policía, a las afueras de El Cairo, donde había comenzado el proceso, más de dos años después del derrocamiento de Mubarak.
Es la segunda vez que el ex presidente iba a ser juzgado por la muerte de los manifestantes durante las protestas que acabaron con su mandato en el marco de la Primavera árabe de 2011, donde más de 6.000 personas resultaron heridas durante la represión policial. El año pasado fue condenado a cadena perpetua, pero el fallo fue anulado por errores procesales, por lo que el juicio debe repetirse.
El ex mandatario compareció ante el tribunal, donde fue trasladado en helicóptero, esta mañana en buen estado de salud y con mejor aspecto que en su última aparición. La televisión mostró a Mubarak, de 84 años, con sus gafas de sol saludando con la mano desde la camilla en la que fue llevado a la sala. Fue su primera aparición en público desde junio, cuando fue sentenciado. Se le pudo ver hablando con sus hijos Gamal y Alaa, acusados de corrupción.
También se procesa al ex ministro del Interior Habib al Adli y seis ex funcionarios de alto cargo del Ministerio, acusados de dar las órdenes de disparar durante las protestas. Los funcionarios fueron absueltos en el proceso anterior, algo que causó indignación en la sociedad egipcia, al considerar que representan el brutal y corrupto estado policial de la era Mubarak.