CARACAS.- Los venezolanos aguardaban este domingo con nerviosismo los resultados de las presidenciales para elegir entre el chavista Nicolás Maduro y el opositor Henrique Capriles, com ambos bandos mostrándose optimistas por igual y la oposición alertando contra un eventual fraude.
La mayoría de colegios electorales había cerrado sus puertas a las 21:00 horas local (22:30 horas en Chile) y se espera que el Centro Nacional Electoral (CNE) anuncie los resultados cuando sean irreversibles y consagren al sucesor de Hugo Chávez, 40 días después de su muerte de cáncer.
"Alertamos al país y al mundo la intención de querer cambiar la voluntad expresada por el Pueblo!Hacer RT a este mensaje", escribió Capriles en su cuenta de Twitter.
"Mucho cuidado, mucho cuidado Capriles, mucho cuidado la oposición, vamos a tener conciencia, vamos a respetar al pueblo", respondió de inmediato en el canal oficial VTV el vicepresidente, Jorge Arreaza.
"Si ustedes tienen algún tipo de denuncia ahí están las instituciones, ahí está el CNE. Esto es una cosa insólita", agregó Arreaza, también yerno de Chávez.
"Eso es una provocación", dijo el jefe de campaña de Maduro, Jorge Rodríguez, en una conferencia de prensa.
Rodríguez dijo también que no quería adelantarse al CNE pero convocó una concentración frente al palacio presidencial de Miraflores, donde los chavistas suelen celebrar sus victorias, para escuchar a Maduro, una vez conocidos los resultados.
"Nadie caiga en las provocaciones y en la incitación a la confrontación del Doctor Loco perdido!Hoy hay un solo Pueblo ganador!", escribió en otro tuit Capriles en referencia a Rodríguez, médico psiquiatra.
"Sabemos perfectamente lo que ha ocurrido y ellos también lo saben, de modo que el jefe de campaña oficialista está a conciencia engañando a su gente", dijo por su parte el secretario ejecutivo de la coalición opositora MUD, Ramón Guillermo Aveledo.
Maduro aguarda los resultados donde reposa Chávez
Nicolás Maduro aguardaba junto a su esposa Cilia Flores, que asegura será la "primera combatiente" de ganar las elecciones, en el 'Cuartel de la Montaña', el museo donde reposan los restos de Chávez.
"Voy a ser presidente de la República por los próximos seis años en nombre de mi comandante Hugo Chávez", declaró horas antes, confiado, Maduro.
Estas atípicas elecciones están marcadas por el luto de los chavistas y el culto al mandatario, convertido en una figura casi religiosa.
Capriles pidió a sus seguidores una "avalancha" de votos, al votar también en Caracas.
Solicitó además a los opositores denunciar cualquier "atropello" que se detecte y aseguró que "los abusos" serán derrotados con votos, en alusión a las supuestas irregularidades cometidas por los oficialistas, como actos de proselitismo.
En el colegio electoral donde solía votar Chávez, en el barrio popular 23 de enero, su ausencia se sintió.
"Lo vimos muchas veces, todo el mundo enloquecía. Hoy se siente un vacío", explicaron Moriluz y Migdalia Morillo, hermanas de 59 y 60 años, en ese centro.
Tras el inicio del cierre de los colegios, el equipo de campaña de Maduro denunció que su cuenta en Twitter fue hackeada, así como la del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En el centro de votación de Maduro, Ana Guerrero, una peluquera de 56 años, estimó que "hoy está en juego el destino de nuestra patria y tenemos que seguir a nuestro líder (Chávez), hacer lo que nos pidió" de votar por su delfín, agregó.
"Vine a votar pensando en el país, en lograr un cambio radical, completo. En Venezuela ya no se aguanta la carestía, la inseguridad, el desabastecimiento. No hay nada, no hay inversiones. Si gana Maduro vamos a seguir con todo eso", afirmó Orlando Lasso, un empresario de 54 años, en el bastión opositor de Chacao.
Maduro, de 50 años, ha buscado el voto respaldado en dos poderosas armas: el hecho de que Chávez pidió antes de morir el voto para su heredero político y disponer de una fuerte capacidad de movilización electoral.
"Su campaña ha estado centrada en el mensaje de que él es 'hijo' del comandante, eso simbólicamente es muy importante, pero también está la movilización de todos los recursos para garantizar el voto", como el uso de autobuses del Estado, dice a la AFP el sociólogo Ignacio Avalos.
Maduro, un exconductor de bus y colaborador fiel de Chávez desde los inicios de su revolución bolivariana, promete continuar el legado de su mentor en pro de los más desfavorecidos y mantener sus populares programas sociales costeados con los ingresos del petroleo -Venezuela tiene las mayores reservas mundiales-, pese a los síntomas de agotamiento de ese sistema subrayados por analistas.