SEÚL.- Corea del Norte lanzó hoy nuevas amenazas a Corea del Sur y Estados Unidos, aunque descendió el nivel de tensión en la región después de que Pyongyang rechazara la última oferta de diálogo de Washington sin cerrar completamente la puerta a futuras negociaciones.
"Una guerra nuclear puede estallar en cualquier momento", afirmó el diario estatal norcoreano Rodong, que culpó de la situación al país norteamericano por llevar a la vecina Corea del Sur equipos de combate con capacidad nuclear para las maniobras conjuntas que ambos países llevan a cabo hasta finales de abril.
En otro despacho, el periódico reiteró su condena a la quema de retratos de líderes norcoreanos el lunes durante una manifestación en Corea del Sur y, en su habitual retórica belicista, volvió a amenazar con una "poderosa acción de represalias" militares en la que la ciudad de Seúl sería "uno de los objetivos".
Los repetitivos alegatos norcoreanos de hoy no han sembrado la alerta en Seúl y Washington y el ambiente de tensión en la península coreana se ha reducido aparentemente.
La razón podría deberse al hecho de que Corea del Norte de momento se haya abstenido de realizar una prueba de misiles que la semana pasada muchos creían inminente, en un aparente gesto de rebajar su postura hostil.
El pasado fin de semana el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, expresó durante una gira por Corea del Sur, China y Japón la voluntad de su Gobierno de dialogar con Pyongyang para que ponga fin a su ofensiva belicista y retome las negociaciones hacia su desnuclearización.
Aunque Corea del Norte rechazó hoy la oferta de diálogo de Kerry, que calificó como "una hábil estratagema para eludir su culpabilidad por la tensión", dejó una puerta abierta al futuro al asegurar que "no se opone al diálogo" si éste está "basado en el principio de respeto a la soberanía y la igualdad".
En el ámbito de las relaciones intercoreanas, no se atisba solución a la crisis del complejo industrial de Kaesong, único proyecto conjunto donde obreros del Norte trabajan para empresas del Sur, que permanece bloqueado desde hace más de una semana por decisión de Pyongyang.
Hoy Corea del Norte rechazó una petición de entrada de empresarios del Sur, lo que evidencia que el régimen no tiene planes inmediatos de modificar su política de prohibir la entrada de personal y materiales a Kaesong.
Entre tanto, los rumores sobre posibles contactos secretos entre Seúl y Pyongyang para solucionar la situación del polígono llegaron al Parlamento surcoreano, donde el Ministro de Unificación, Ryoo Kihl-jae, tuvo que negarlos rotundamente tras ser preguntado por un diputado.