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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 11:43
TOKIO.- El primer ministro japonés, Shinzo Abe, advirtió este martes que Japón rechazará "por la fuerza" cualquier desembarco chino en las islas Senkaku, hacia las cuales Beijing envió una flotilla.
Interrogado en el Parlamento sobre lo que ordenaría en caso que los chinos desembarcaran en esos islotes, administrados por Japón pero reivindicados por China, Abe respondió: "Lo normal sería que los rechacemos por la fuerza si se aventuraran a desembarcar".
Abe respondió a la consulta de un parlamentario relacionada con la incursión de ocho naves gubernamentales chinas que ingresaron este martes en las aguas territoriales de las islas Senkaku/Diaoyu, administradas por Tokio pero reivindicadas por Beijing.
"Actualmente estamos patrullando alrededor de las islas Senkaku para impedir cualquier desembarco", agregó Abe, quien aludió al despliegue de guardacostas japoneses en la zona.
La detección de las naves chinas ocurrió el mismo día de una importante visita de diputados japoneses al controvertido santuario Yasukuni, en Tokio.
Dicho centro religioso sintoísta rinde homenaje a soldados japoneses que han fallecido en conflictos bélicos, entre ellos algunos militares que intervinieron en la Segunda Guerra Mundial a los que se considera criminales de guerra.
Protesta "enérgica"
La incursión del martes es la primera en la que tantos barcos gubernamentales chinos entran juntos a la zona de 12 millas náuticas (unos 22 km) que rodean estos islotes del Mar de China Oriental.
La disputa entre ambos países se agravó cuando Japón nacionalizó en parte los islotes en septiembre pasado.
"Protestamos enérgicamente ante China", había declarado el portavoz del gobierno japonés, Yoshihide Suga, en una conferencia de prensa.
China reivindica, bajo el nombre de Diaoyu, los islotes deshabitados administrados por Japón y envía con frecuencia barcos, y en algunos casos aviones a sobrevolar el archipiélago, sobre todo después que el gobierno japonés comprara tres de las cinco islas a su propietario privado japonés.
En diciembre pasado, las autoridades japoneses ordenaron a sus cazas que despegaran para interceptar a un aparato chino que sobrevoló el área. El incidente no pasó a mayores.
El prolongado conflicto entre ambos países alrededor de los minúsculos islotes, que en conjunto cubren 7 km2, ha tensado las relaciones comerciales entre ambas potencias asiáticas.
Las aguas que rodean el archipiélago poseen abundantes recursos pesqueros y se considera que esconden yacimientos de hidrocarburos. Su posición, cercana al territorio continental chino y a la isla de Taiwán, también les brinda interés estratégico.
