LA PAZ.- Bolivia pide a Chile una reintegración de su salida al océano Pacífico "no por una nostalgia, sino por una necesidad económica futura", afirmó el ex Presidente boliviano Jorge Quiroga (2001-2002).
"Hace un siglo el Pacífico era un océano prácticamente anecdótico (...) Todo el comercio estaba en el Atlántico, entre EE.UU. y Europa, principalmente. Hoy el océano del desarrollo es el Pacífico por la emergencia de China", comentó Quiroga.
El ex Presidente es un férreo opositor a Evo Morales, pero a pesar de esas diferencias, ha respaldado la decisión del Mandatario de demandar a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) para buscar una salida soberana al Pacífico.
Quiroga reconoció que en el pasado la reclamación marítima pudo haber sido para Bolivia una reivindicación histórica, "pero hoy es una necesidad económica por las futuras generaciones".
Según el Banco Mundial (BM), el costo cuantificado del enclaustramiento de un país sube constantemente: hace 15 años era un 0,9 % del producto interno bruto (PIB) y hoy es de 1,5 %.
Ese costo seguirá incrementándose para Bolivia más porque "China es el primer factor de dinamismo en la economía mundial", Quiroga.
Chile rechaza la demanda de Bolivia, argumentando que el tratado de 1904 fijó los límites territoriales después de la guerra del Pacífico (1879-1883) y no está dispuesto a ceder soberanía.
Bolivia perdió en aquella contienda 120.000 kilómetros cuadrados y 400 kilómetros de costa, pero durante el diálogo con Chile, que lleva décadas, ha analizado la posibilidad de contar sólo con un corredor de 10 kilómetros.
Para ilustrar la necesidad de una salida al mar, Quiroga citó la opción perdida por Bolivia de exportar gas a México, un mercado al que el energético de Perú llegó por primera vez en marzo pasado.
Perú le ganó a Bolivia por estar en el Pacífico, pese a que su industria del gas era menos desarrollada, apuntó Quiroga.
El hierro de la mina Mutún, situada en la frontera con Brasil, o las baterías de litio que quiere producir Bolivia también tendrán dificultades para llegar a Asia.
"El gas, el hierro, el litio y muchos otros casos ilustran la importancia de estar en el Pacífico", remarcó.
Además, Bolivia, que tiene 3.400 kilómetros de frontera con Brasil, puede usar su posición en el centro de Sudamérica para ser el país de tránsito de exportaciones brasileñas al Pacífico.
La aspiración boliviana es convertirse en un territorio que ayude a vincular al coloso sudamericano y a China.
"Ahí está otro componente que muestra la necesidad económica en este siglo de gravitar sobre el Pacífico", agregó Quiroga.
Con ese propósito, Bolivia terminó hace poco la construcción de los tramos que faltaban de una ruta interoceánica que parte del puerto brasileño de Santos, atraviesa territorio boliviano y tiene conexión con las terminales marítimas peruanas o chilenas.
De tal forma, según Quiroga, que el problema marítimo boliviano tiene raíces históricas pero también representa una necesidad económica para el futuro de su país en el siglo XXI, porque le abre un sinnúmero de posibilidades de desarrollo.
Quiroga ve en ese marco el que Bolivia recurra ahora "a una instancia de derecho jurídico internacional con razones, no con lamentos, ni con vituperio" para hacer el reclamo a Chile.
La demanda solicita a la CIJ "que falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo que le otorgue una salida plenamente soberana al océano Pacífico", según el Gobierno boliviano.
No obstante, Quiroga sostuvo que para este juicio a Bolivia no le basta con tener como su representante ante la CIJ al ex Presidente Eduardo Rodríguez (2005-2006), un meritorio jurista, sino que además debe tener "legitimidad y credibilidad" interna con su justicia.
En ese sentido, Quiroga acusó al Gobierno de Morales de no tener una "absoluta coherencia" porque pide justicia en la CIJ pero, en su criterio, internamente no respeta las leyes ni los tratados.
"¿Con qué credibilidad y legitimidad van a exigir de Chile un respeto al derecho, a la justicia en adhesión a los tratados, que dentro de Bolivia están pisoteando?", cuestionó.
Para Quiroga, un caso emblemático de incumplimiento de tratados es la negativa de Morales de otorgar un salvoconducto al senador opositor Roger Pinto para que pueda ir a Brasil y abandonar la embajada brasileña en La Paz, donde está asilado hace once meses.
En este caso, se viola la Convención de La Habana sobre Asilo de 1928, agregó Quiroga, que también critica, en el mismo sentido, el intento de Morales de buscar un tercer mandato presidencial hasta el 2020 porque, en su criterio, atenta contra la Carta Magna.