AMSTERDAM/BUENOS AIRES.- Miles de holandeses se congregaban hoy en la céntrica plaza Dam de Amsterdam para despedir a la reina Beatriz, que abdicó este martes, y para dar la bienvenida a su primogénito, Guillermo Alejandro, nuevo rey de los Países Bajos, y su esposa Máxima.
La ceremonia fue seguida atentamente en Holanda y en Argentina, país de origen de la nueva reina consorte. Las cadenas de TV trasandinas transmitieron en vivo la solemne ceremonia.
Pasadas las 10:00 horas en Holanda, la reina firmó el Acta de Abdicación en el salón de Moisés del palacio real de Amsterdam , con lo que el nuevo monarca fue elevado oficialmente al trono de los Países Bajos.
"Hoy dejo sitio a una nueva generación. Mi hijo asume hoy la responsabilidad de esta nueva función", dijo Beatriz de Orange, quien es ya princesa de los Países Bajos con tratamiento de alteza real.
Tras suscribir el documento, estrechó con emoción la mano de su hijo.
A las 04:30 en Chile, la ahora princesa Beatriz y la pareja real salieron al balcón del palacio, en medio de los aplausos y vítores de los asistentes.
"Estoy muy feliz de presentarles a ustedes al nuevo rey, Guillermo Alejandro", señaló Beatriz.
"Querida mamá, usted abdicó hoy. Fueron 33 años conmovedores de los que estamos muy agradecidos", respondió el nuevo monarca.
"En nombre de todos quiero agradecerles la confianza que nos han brindado", añadió, dirigiéndose a los miles de holandeses apostados frente al palacio.
Los nuevos reyes de Holanda fueron acompañados por sus tres hijas, vestidas de amarillo y con flores del mismo color en el pelo. La mayor, Catalina Amalia, de nueve años, se ha convertido en princesa de Orange y heredera del trono holandés.
Con la breve ceremonia, Guillermo Alejandro de Orange se convierte, con 46 años, en el monarca reinante más joven de Europa.
Grandes preparativos
Las autoridades de la ciudad dispusieron que se colocaran en la plaza, con capacidad para unas 25.000 personas, pantallas gigantes desde las que neerlandeses y visitantes puedan seguir la ceremonia.
Previamente las calles de la histórica ciudad comenzaron a llenarse de color naranja en honor a la casa real Oranje-Nassau, mientras los representantes del gobierno y la realeza se preparaban para las ceremonias, y la gente del país, para una enorme fiesta.
En el centro histórico se instalaron vendedores con camisetas naranjas, sombreros y estolas de pluma. Los tranvías estaban decorados con banderas naranjas y banderas holandesas, al igual que muchos de los botes que pasaban por los antiguos canales de la ciudad.
Se espera que más de un millón de personas llegue a Amsterdam el martes. Habrá cerca de 10.000 policías uniformados y 3.000 agentes de civil desplegados para la seguridad en la ciudad.
El Primer Ministro holandés, Mark Rutte, explicó que las celebraciones de la semana implican una operación logística y de seguridad sin precedentes, organizada en sólo tres meses.
Entre los invitados destacaban el príncipe Carlos de Gran Bretaña y su esposa Camilla; el príncipe Felipe y la princesa Letizia de España, y el príncipe heredero de Japón Naruhito y la princesa Masako.
En el caso de la pareja real japonesa se trata del primer viaje oficial de Masako desde que se trasladaron a Nueva Zelanda y Australia en 2002.
Despedida con tango
Mientras tanto, Buenos Aires rindió anoche un particular homenaje a Máxima Zorreguieta con el show "Un tango para Máxima", presentado en la plaza Naciones Unidas.
Allí se encuentra la gigantesca escultura hecha en acero "Florialis Genérica", que fue intervenida para la ocasión con una iluminación en diferentes tonos de naranja.
Se presentaron en el encuentro la conocida bailarina de tango Mora Godoy; la Orquesta del Tango de Buenos Aires con la conducción, en este caso especial, de sus tres directores, Raúl Garello, Néstor Marconi y Juan Carlos Cuacci; músicos holandeses, y la joven poeta Anne Vegter, ganadora de un concurso de poesía juvenil celebrado en Holanda.
Uno de los pasajes centrales del espectáculo previstos era la interpretación del tango "Adiós Nonino", de Astor Piazzolla, bailado por Godoy, el tema que Máxima había elegido para musicalizar su boda en 2002 con el entonces príncipe Guillermo-Alejandro.