BRUSELAS.- Cerca de 300 personas fueron evacuadas hoy entre las localidades de Schellebelle y Wetteren, norte de Bélgica, después de descarrilar un tren de mercancías e incendiarse varios de sus vagones que transportaban sustancias químicas inflamables.
El convoy, que procedía de Holanda y se dirigía hacia el puerto belga de Gante, sufrió el percance hacia las 2:00 horas de la madrugada hora local (20 horas de Chile del viernes), informó en un comunicado Infrabel, la sociedad que gestiona el tráfico ferroviario en Bélgica.
"Según las primeras constataciones, varios vagones han descarrilado. Se han producido explosiones, así como un incendio", detalló, y precisó que "no hay que lamentar ninguna víctima ni ningún herido".
Momentos después de producirse el accidente, los servicios de emergencias llegaron al lugar y establecieron un perímetro de seguridad que implicó la evacuación de los vecinos, unas 300 personas.
Además, se activaron los planes comunal y provincial de urgencia.
Los bomberos, que tienen controlado el incendio, advierten de que en su extinción pueden liberarse vapores tóxicos, por lo que han pedido a los vecinos de Wetteren y Schellebelle que vivan a un radio de medio kilómetro del lugar del siniestro que permanezcan en sus casas con las ventanas cerradas, por precaución.
Cinco personas que dijeron sentirse mal tras el accidente fueron trasladadas a hospitales, donde se estudiará cualquier posible vínculo con el incendio del tren, informó la agencia de noticias Belga.
En total, de los trece vagones del tren descarrilaron ocho y tres se incendiaron después de que el convoy hubiese efectuado un cambio de vías.
A pesar de que de los vagones incendiados contienen acrilonitrilo, una sustancia tóxica, y que de ellos escapan vapores de cianuro, los bomberos aseguraron que "no hay riesgos para la salud pública".
Se han previsto equipos "anticianuro" en caso de que alguna persona diese muestras de intoxicación, pero los servicios de emergencias consideran que la gran masa de humo originada en el incendio "no es peligrosa para la población".
El gobernador de la región de Flandes Oriental, Jan Briers, declaró en una rueda de prensa de la que se hace eco Belga que el tráfico ferroviario en la zona estará suspendido durante dos días, de forma que la sociedad nacional ferroviaria, SNBC, ya ha anunciado que pondrá a disposición de los viajeros una flota de autobuses para cubrir las líneas más afectadas, mientras que otras serán desviadas.