Sarah Attar fue una de las primeras mujeres saudíes en participar de unos Juegos Olímpicos.
ReutersRIYADH, Arabia Saudita.- Las jóvenes de Arabia Saudita podrán practicar deportes en escuelas privadas por primera vez, de acuerdo a una decisión anunciada hoy, en el más reciente de los cambios que apuntan a incrementar lentamente los derechos de las mujeres en el reino ultraconservador.
La agencia de prensa oficial SPA reportó que las escuelas privadas femeninas ahora están autorizadas a tener actividades deportivas, de acuerdo a las reglas del Sharia, o ley islámica. Las estudiantes deben conceder ante códigos de "vestuario decente" y las profesoras mujeres tendrán prioridad para supervisar las actividades, según los requerimientos del Ministerio de Educación.
La decisión convierte al deporte una vez más en un espacio de empuje para los derechos de las mujeres en ese país, luego que hace casi un año dos mujeres saudíes hiciesen una aparición sin precedentes en los Juegos Olímpicos de Londres.
"Ya era hora", afirmó Aziza Youssef, profesor de la Universidad King Saud. "Todo está siendo contenido en Arabia Saudita en cuanto a los derechos de las mujeres", agregó.
Youssef dijo que ella ve la decisión de permitir los deportes en escuelas privadas, como parte de un paquete más amplio de reformas que apuntan a las mujeres, pero que la continuidad de las restricciones a los deportes es una discriminación que perjudica negativamente la salud de las mujeres.
El vocero del Ministerio de Educación, Mohammed al-Dakhini, fue citado por SPA diciendo que la decisión "nace de las enseñanzas de nuestra religión, que permiten a las mujeres tales actividades, en acuerdo con la sharia".
El gobierno previamente había silenciosamente tolerado la enseñanza de educación física en algunas escuelas privadas, pero no se encontraba en el programa de estudios.
La decisión, que también ordena a las escuelas privadas femeninas a proveer lugares apropiados y equipamiento para el deporte, es un gran paso que pronto podría afectar a las escuelas públicas y universidades, que también están segregadas por género, afirmó Youssef.
El gobierno saudí juega un rol importante en escuelas privadas, entregando libros de estudios y estableciendo sus directores.
La segunda persona a cargo del Ministrio de Educación para Asuntos Femeninos, Nora al-Fayez, fue citada por la prensa local afirmando recientemente que existe un plan para expandir la enseñanza del deporte en las escuelas públicas. Aún no está claro si las jóvenes tendrán acceso al mismo nivel de educación física que los varones.
Los deportes para mujeres en Arabia Saudita han sido principalmente un pasatiempo de élites que pueden costear caras membresías en clubes. Usualmente están ligados a hospitales, ya que los gimnasios para mujeres fueron cerrados el 2010 esgrimiendo que no tenían licencia.
Arabia Saudita permitió a dos mujeres atletas competir en los Londres 2012, sólo después de que el Comité Olímpico Internacional pusiese una intensa presión en el reino para terminar su práctica de enviar exclusivamente hombres a los juegos. Su participación no fue exhibida por las cadenas televisivas saudíes.
Los deportes femeninos se mantienen como una actividad casi clandestina en el país. Sólo la universidad más grande del reino, Princess Nora Bint Abdul Rahman, tiene una piscina, una cancha de tenis y un área de ejercicios para sus estudiantes. Ninguna otra universidad saudí tiene instalaciones deportivas para sus estudiantes mujeres.
Las mujeres además deben cumplir estrictas reglas con respecto a su vestuario, por lo que no pueden, por ejemplo, ser vistas por hombres mientras trotan con pantalones de buzo. Casi todas las mujeres en Arabia Saudita cubren sus rostros con un velo e incluso las extranjeras son obligadas a respetar la cultura local, usando un vestido negro conocido como "abaya".
Las atletas mujeres no pueden registrarse en clubes deportivos o competencias. Tienen prohibido entrar a pruebas nacionales, lo que hace imposible que clasifiquen a competiciones internacionales.
El Rey Abdullah pareciera estar empujando estas reformas. Otros gobernantes saudíes han intentado modernizar el país, con la esposa del Rey Faisal abriendo la primera escuela para mujeres a fines de la década de 1950.
Pero el monarca está encarando reclamos de poderosos e influyentes clérigos saudíes que se oponen a todo tipo de actividad deportiva para mujeres. Argumentan que para que una mujer se mantenga protegida del acoso, debe evitar roles públicos.
Pese a esa retórica, miles de mujeres trabajan como doctoras y profesoras en Arabia Saudita. Las mujeres podrán optar a cargos públicos y votar por primera vez en las elecciones municipales del 2015.