Beate Zschäpe en el inicio del juicio en su contra.
ReutersMUNICH. - Los familiares de los inmigrantes asesinados por un trío de neonazis se mostraron hoy dolidos por la conducta de la principal acusada, Beate Zschäpe, y criticaron el aplazamiento de una semana de uno de los mayores juicios por terrorismo en la historia alemana.
"Fue un mal comienzo y se podría decir que casi sirvió para espantar a muchos de los querellantes particulares", se quejó la encargada del gobierno alemán para los familiares de las víctimas, Barbara Jahn, en declaraciones efectuadas a la radio "RBB".
Gamze Kubasik, la hija de uno de los pequeños empresarios turcos asesinados por el trío neonazi autodenominado "Resistencia Nacionalsocialista" (NSU), había esperado alguna reacción de Zschäpe. "No me dio la impresión de que estuviera sentado en el banco alguien que lleva más de un año en prisión preventiva", dijo a dpa.
La joven de 27 años, oriunda de Dortmund, se mostró consternada por el hecho de que el juicio fuese aplazado una semana. "Me había preparado internamente para este juicio y no es fácil", confesó.
El abogado berlinés Mehmet Daimagüler, que representa a dos familias de víctimas, calificó la conducta de la acusada Zschäpe de "muy segura, casi arrogante".
"Parecía que disfrutaba de las cámaras y de estar en el centro de la atención", señaló al diario "Berliner Zeitung". El letrado consideró infundada la decisión del juez Manfred Götzl de aplazar el proceso hasta el 14 de mayo.
En su esperada primera aparición pública, Zschäpe entró en la sala de la corte vestida con una blusa blanca y una chaqueta negra, con los brazos cruzados y notablemente serena. Al llegar a su sitio se colocó de espaldas a las cámaras. La mujer de 38 años podría ser condenada a cadena perpetua.
Zschäpe y otros cuatro presuntos cómplices son juzgados desde ayer en Múnich por los asesinatos entre 2000 y 2007 de ocho pequeños comerciantes de origen turco, un griego y una policía alemana.
Los crímenes de los inmigrantes fueron atribuidos por la policía durante mucho tiempo a ajustes de cuentas entre mafias extranjeras y desvelaron el fracaso total de la policía y los servicios de inteligencia.
La principal acusada es la única sobreviviente del grupo neonazi que conformaban también Uwe Böhnhardt y Uwe Mundlos, quienes según la versión oficial se suicidaron tras dar la policía con su pista en noviembre de 2011. El juicio a la neonazi Zschäpe ha despertado gran expectación en Alemania, donde la prensa se hace eco de cada detalle.
El diario sensacionalista "Bild" incluye en su edición de hoy una entrevista a una ex vecina de celda de la ultraderechista, quien afirmó que era tratada "como una pequeña reina" por sus compañeras de prisión, "o porque le tienen miedo o porque la admiran. Una extranjera le hizo un pastel y una griega le consiguió tabaco".
Agregó que recibía cartas a diario, incluidas peticiones de mano y fotos de hombres desnudos, que fumaba mucho y tomaba mucho café. La entrevistada, una mujer que cumplió una pena por robo, sostuvo que Zschäpe no parecía sentir compasión por las víctimas. "Nunca la oí hablar de arrepentimiento".