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Santiago: Martes 17 de diciembre del 2024 | Actualizado 22:23
Cientos de miles de votantes búlgaros creen menos en las usuales promesas electorales que en el dinero contante y sonante.
AFPSOFÍA.- Un módico "premio" que oscila entre 50 y 75 euros (unos 31.000 a 46.000 pesos chilenos) es la tentación que hace que miles de búlgaros opten por vender sus votos en las elecciones de su país.
El dato preocupa en ese empobrecido país situado al suroriente de Europa, cuyos habitantes concurrirán a las urnas este domingo para participar en comicios legislativos anticipados.
Varios ciudadanos no tienen ningún problema en reconocer que se han plegado a la irregularidad electoral.
"Me ofrecieron 50 euros para votar para un partido determinado. Claro que lo aproveché: es un tercio de mi salario mensual. Con poco esfuerzo obtengo una suma que vendrá bien al presupuesto familiar", confesó Ivo Plevenski, ciudadano de etnia gitana empleado en una compañía de limpieza.
La compra del sufragios emprendida por los partidos políticos del país no es un fenómeno nuevo en esta nación balcánica. Se ha repetido en todas las elecciones registradas desde la caída del régimen comunista hace 23 años.
El dinero al contado no es la única forma de pago. Los políticos también ofrecen pagar las facturas de luz y agua de los deudores, e incluso prometen asegurar la comida de varios días a las familias.
La tentación no es nada despreciable para la población del país más pobre de la Unión Europea, cuyo salario mensual mínimo asciende a 155 euros (95.000 pesos chilenos).
Pago a "caciques"
El diario local "Standart" reveló, sobre la base de fuentes del ministerio del Interior búlgaro, que emisarios de diversos partidos ya han recorrido diferentes lugares del país, especialmente donde residen gitanos. Allí recolectan facturas de sus habitantes, con la promesa de cancelarlas si su titular vota "adecuadamente".
El votante recibe el comprobante de pago después del día de las elecciones, siempre que presente una prueba de que sufragó por el partido indicado.
"Tal comprobación se hace generalmente a través de una foto de la papeleta tomada con un teléfono móvil antes de meterla en la urna. A veces el votante recibe una papeleta marcada previamente", explicó un investigador que pidió anonimato.
El medio afirma que en ocasiones los políticos entregan sumas que van desde 500 a 1.000 euros (310.000 a 620.000 pesos chilenos) a los "caciques" que deciden el voto de los miembros de varias familias.
Exigen recuento paralelo
Según la organización no gubernamental "Transparencia Sin Límites", nada menos que 415.000 búlgaros vendieron su voto en las elecciones legislativas de 2009, principalmente por motivos de pobreza.
Eurostat calcula que 22% de los 7,3 millones de habitantes de Bulgaria vive con el sueldo mínimo de 155 euros y 49% corre el riesgo de caer bajo el umbral de la pobreza.
Pese a que todos los partidos se preocuparon de advertir en sus mensajes electorales que la compra de votos es un delito castigado con hasta 6 años de prisión y fuertes multas, hasta ahora no ha habido condenados por el negocio.
Cinco partidos encargaron al Instituto de Investigaciones Sociales y Consultorías (SORA) de Austria un recuento paralelo de los votos, tras el cierre de los colegios electorales previsto para el 12 de mayo próximo.
