KINSHASA.- Los rebeldes del Movimiento del 23 de marzo (M23) decretaron hoy una tregua para permitir la visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a la ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo (RDC).
En un comunicado, el M23 anunció su decisión de observar un alto el fuego, cuya vigencia sólo afecta a la visita Ki-moon.
"Esperamos con esta tregua beneficiarnos del apoyo de Ban Ki-moon para que nuestro movimiento obtenga un acuerdo de alto el fuego debidamente firmado por el Gobierno congoleño", indica la nota, firmada por el jefe político del M23, Bertrand Bisimwa.
En reacción al comunicado, el portavoz del Gobierno de Kinshasa, Lambert Mende, acusó a los rebeldes de haber abandonado la mesa de negociaciones para retomar las armas.
"De verdad, es una vergüenza y una falta de respeto para la mediación ugandesa y de la comunidad internacional, que se están esforzando para restaurar la paz en la Región de los Grandes Lagos", lamentó Mende.
El vocero agregó que "todo el mundo entiende, tras la reanudación de los combates, que nunca este movimiento rebelde ha tenido voluntad de alcanzar la paz".
Con motivo de la visita del secretario general de la ONU, que viaja acompañado del presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de la RDC (Monusco) desplegó fuertes medidas de seguridad en Goma y en los alrededores, informó a los medios el portavoz de la fuerza, Mounoubai Madnodje.
El jefe de Naciones Unidas se trasladó a Goma para apoyar el despliegue de la nueva brigada de intervención de la Monusco en la frontera entre la RDC y sus vecinos, Ruanda y Uganda, donde tiene como objetivo neutralizar a grupos rebeldes armados.
Los combates entre el Ejército y los rebeldes del M23 se reanudaron en las inmediaciones de Goma causando una veintena de muertos, numerosos heridos y un millar de desplazados, según la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), que anunció ayer su decisión de suspender sus actividades en la zona.
Ban Ki-moon y Jim Yong Kim llegaron el miércoles a Kinshasa, donde se reunieron con el presidente congoleño, Joseph Kabila.
Tras su paso por Goma, el secretario general tiene previsto ir a Ruanda y, posteriormente, a Burundi, dentro de su gira por la Región de los Grandes Lagos para buscar un acuerdo de paz definitivo en la RDC e impulsar el desarrollo económico y social en la zona.
En ese sentido, el presidente del Banco Mundial anunció ayer en Kinshasa que la institución concederá una ayuda financiera de 1.000 millones de dólares a la región para favorecer la paz y el desarrollo.
El M23 lleva una semana amenazando con volver a ocupar Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte (rica en minerales y fronteriza con Ruanda), como hizo en noviembre pasado.
Los rebeldes se retiraron entonces de Goma, tras la presión de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos y el compromiso del Gobierno de la RDC de negociar con ellos.
El M23 lo forman soldados congoleños amotinados, algunos de ellos miembros del antiguo Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo supuestamente fieles al rebelde Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.
La RDC está inmersa todavía en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos, y tiene desplegados en su territorio a unos 19.000 efectivos de la ONU.