La violencia en Siria está arrasando con todo.
AP
DAMASCO.- Este domingo un atentado con un coche bomba dejó un saldo de por lo menos nueve policías muertos en la capital de Siria, en momentos en que se multiplican los llamados internacional es para evacuar a los civiles y heridos de la ciudad de Quseir, donde se desarrollan violentos combates desde hace dos semanas.
El ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, se contactó telefónicamente con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, a quien le dijo que los equipos de la Cruz Roja solamente tendrán acceso a los civiles en Quseir después del fin de las operaciones militares.
Con relación a las preocupaciones expresadas por Ban y otros funcionarios de la ONU sobre la situación en Quseir, Muallem le expresó manifestó su "sorpresa" ya que "nadie expresó cualquier preocupación cuando los terroristas tomaron control de la ciudad y de toda el área contigua".
La comisión de investigación formada por la ONU deberá presentar el martes un informe que ya se anuncia como "aterrador", antes de una reunión en Ginebra entre la ONU, Rusia y Estados Unidos para preparar una conferencia de paz.
El gobierno sirio aceptó participar en la conferencia, pero la oposición exige, para estar presente, la partida del presidente Bashar al Asad, el fin inmediato de los combates y en especial la salida de las tropas del grupo libanés Hezbolá.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, dijo el domingo que la conferencia podría ser postergada. "En mi opinión, 'Ginebra 2' será la conferencia de la última oportunidad. Espero que se realice, pienso que podría realizarse en julio", dijo.
Este domingo, la explosión de un coche cargado con bombas sacudió el barrio de Jobar, al este de la capital siria, de acuerdo con el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH, una entidad opositora con sede en Londres).
"Por lo menos nueve miembros de las fuerzas del régimen murieron después de una fuerte explosión provocada por un coche bomba cerca de una comisaría policial", dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
En Quseir, después de haber recibido refuerzos, las tropas regulares apoyadas por combatientes del Hezbolá ampliaban el cerco alrededor de los rebeldes, que ahora están limitados al norte de esta ciudad próxima de la frontera con el Líbano.
En tanto, en Homs, "unos 28 rebeldes murieron en una emboscada y en combates con las fuerzas gubernamentales en las proximidades de la aldea de Kafarnane, donde reside una mayoría alauita", dijo Rahman.