EFE
ESTAMBUL.- La policía volvió a utilizar bombas de gas lacrimógeno y cañones de agua a presión en la noche del martes para dispersar centenas de manifestantes en Estambul y en la capital, Ankara, en el inicio de la sexta jornada de protestas generalizadas en toda Turquía, coincidieron la prensa local y numerosos testigos.
Grupos de manifestantes trataron de concentrarse ante las oficinas del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, en las dos ciudades e ignoraron llamados policiales para dispersarse.
También se registraron disturbios en la ciudad de Hatay, en el sudeste del país y próxima de la frontera con Siria, donde el lunes un joven de 22 años había muerto después de ser herido durante una protesta.
De acuerdo con la red de televisión NTV, dos agentes de policía y tres manifestantes resultaron heridos en Hatay.
Miles de personas volvieron a ocupar la plaza Taksim en Estambul, el símbolo de las protestas que estallaron súbitamente el viernes y rápidamente se expandieron por todo el país.
Grupos de defensa de los derechos humanos afirma que desde el inicio de las protestas varios miles de personas resultaron heridas, pero el gobierno admite que ese número apenas supera los 300, y que en su mayoría se trata de policías.