Imagen de soldados leales al régimen de Asad en la ciudad de Qusayr.
AFP / ArchivoESTAMBUL.- La oposición siria, por boca de sus máximos responsables políticos y militares, afirmó hoy que el enemigo al que combate ya no es el régimen de Bachar al Asad sino el de Irán, en alianza con la milicia libanesa de Hizbulá.
"Nosotros ya no estamos combatiendo contra Al Asad sino contra sus amos de Irán", señaló el dirigente del Consejo Militar Sirio, el general Selim Idris, en una conferencia de prensa en Estambul en la que participaba vía videoconferencia.
"Digo al mundo que los milicianos de Hizbulá e Irán están en toda Siria, y la aviación siria ataca a los heridos que huyen de Al Quseir buscando tratamiento médico", denunció, en alusión a la localidad tomada esta semana por tropas gubernamentales.
"Continuaremos luchando hasta hacer caer al régimen criminal, al partido del diablo y al régimen de los mulás", prometió Idris, en referencia a Hezbollah (cuyo nombre significa "Partido de Dios") y al Gobierno iraní.
También George Sabra, presidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), el paraguas que acoge a la mayor parte de los grupos de oposición siria, denunció la reciente toma de la localidad de Al Qusayr por tropas gubernamentales como "resultados directos de lo que hace Hezbollah en Siria".
"El régimen sirio cayó y la prueba de eso es que combatimos a Irán y al Partido del Diablo".
Pero consideró que la milicia y las tropas del régimen "recibieron una dura lección, al resistirse la localidad 45 días o más", y descartó que este éxito del bando gubernamental se repita en otras regiones.
Calificó de "guerra abierta e invasión" la presencia en Siria de milicianos libaneses, supuestamente respaldados por Irán, y pidió a los países árabes "reactivar el pacto de defensa común", al tiempo que responsabilizó al Gobierno libanés de las actividades de Hezbollah.
Preguntado por la posible participación de la CNFROS en la prevista Conferencia de Ginebra II, en la que se buscaría una salida negociada al conflicto, Sabra aseguró que el organismo "decidió de manera preliminar participar, pero las actuales circunstancias cierran la puerta a cualquier conferencia y solución política".
"Ahora estamos ocupados en curar las heridas antes que en pensar en eso", remachó, al tiempo que denunció que no habían recibido más que promesas, y parte de ellas incumplidas.
Idris fue más claro en sus exigencias. "Pedimos a la comunidad internacional que nos suministren armas y munición para enfrentarnos al régimen", concluyó.