El régimen de Kim Jong Un culpa a Corea del Sur de no querer retomar las conversaciones bilaterales.
AP.SEÚL.- El régimen Corea del Norte instó hoy, en una editorial del principal periódico del país, al Gobierno surcoreano a abandonar lo que calificó como una "política de confrontación" contra el Estado comunista de cara a poder retomar el diálogo.
El editorial del diario Rodong llega cuatro días después de que Pyongyang y Seúl cancelarán su primer encuentro de alto nivel en seis años.
La anulación se produjo por la falta de acuerdo con respecto al rango de los participantes; mientras que el Sur pidió una reunión de ministros, el Norte insistió en enviar a autoridades de menor nivel.
El artículo culpa al Sur de la suspensión del encuentro y afirma que "a menos que haya una transición fundamental con respecto a la política de confrontación de las fuerzas gobernantes del Sur, no se alcanzará el diálogo y la mejora de relaciones".
La pieza del Rodong fue publicada para conmemorar el decimotercer aniversario de la Declaración Conjunta Norte-Sur que se rubricó tras el histórico encuentro que mantuvieron en Pyongyang el 15 de junio de 2000 el exlíder norcoreano Kim Jong-il y el presidente surcoreano Kim Dae-jung, el primero entre líderes de los dos países.
En virtud de aquel acuerdo, las dos partes se comprometieron a reforzar intercambios y cooperación y abrieron una era de mayor entendimiento que se saldó con el inicio de proyectos económicos conjuntos como el parque industrial intercoreano de Kaesong o el recinto turístico del Monte Kumgang.
Sin embargo, los programas atómicos de Pyongyang y la elección del conservador Lee Myung-bak como presidente de Corea del Sur llevaron al estancamiento del programa de reconciliación.
Ayer mismo Pyongyang y Seúl confirmaron que llevarían a cabo eventos separados para conmemorar el aniversario de la declaración del 2000, después de que en los últimos días se hablara de la posibilidad de una celebración conjunta dado el mayor acercamiento mostrado por Pyongyang.
Hace algo más de una semana el régimen norcoreano emitió un comunicado que tendía la mano a Seúl y le ofrecía retornar a la mesa de negociación.
El anuncio resultó sorpresivo después de que el régimen llevara a cabo entre marzo y abril una campaña de amenazas bélicas contra Corea del Sur con una insistencia y una virulencia inéditas hasta ahora. Sin embargo, el desencuentro sobre la composición de las delegaciones echó por tierra la reunión propuesta.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra después de que el conflicto que las enfrentara (1950-53) terminara con un alto el fuego y no un tratado de paz.