COPENHAGUE.- Un tribunal de Estocolmo condenó hoy a cadena perpetua a un sueco de origen ruandés por su participación en el conflicto étnico en Ruanda, en el primer caso por genocidio que se juzga en Suecia.
El individuo, de 54 años, fue declarado culpable de genocidio y de crímenes graves que incluyen asesinato, intento de asesinato, incitación al asesinato y secuestro durante varias masacres perpetradas en la prefectura de Kibuye, oeste de Ruanda, en 1994.
"El acusado tuvo un papel informal como líder y disparó incluso contra grupos de personas con un arma automática", señaló el tribunal, que dio credibilidad a los testimonios de víctimas y testigos, la prueba principal de la Fiscalía.
El tribunal consideró también que no hay motivos para cuestionar la investigación realizada por las autoridades ruandesas, a las que el reo acusaba de haber fabricado los cargos por su condición de intelectual perteneciente a la etnia hutu.
La sentencia culmina un largo y costoso proceso que incluyó viajes del tribunal a Ruanda para interrogar a los testigos e inspeccionar los lugares donde se cometieron los crímenes.
El individuo, que se declaró inocente, reside con su familia en una localidad del centro de Suecia y ha trabajado con anterioridad para varias organizaciones humanitarias y vinculadas a la ONU, según la emisora pública "Radio de Suecia".