BRASILIA.- La Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, descartó cambios por el momento en su equipo económico y reforzó la necesidad de que el país tenga las cuentas públicas equilibradas para ayudar a controlar la inflación y atravesar el período de transición hacia una política monetaria menos expansiva en Estados Unidos.
"No hay ningún (cambio en el equipo económico) a la vista", dijo el lunes en una inusual conferencia de prensa, durante una reunión ministerial en Brasilia.
Anteriormente, Rousseff dijo que "nuestra obligación es escuchar el mensaje (de las calles)", en su programa semanal de radio.
Allí, reiteró que, con el plebiscito, sigue en pie su empeño por ofrecer con gobernadores y alcaldes "soluciones rápidas y concretas para algunos problemas de la economía, el transporte, la salud, la educación y la política".
Mientras tanto, la mandataria digería una dramática caída de 27 puntos en su popularidad en las tres semanas de intensas protestas callejeras, según la encuesta Datafolha.
Además, expresó que este martes enviará una sugerencia a la Cámara y el Senado para un plebiscito sobre la reforma política, y que le gustaría ver que los cambios entren en vigor para las elecciones de 2014, aunque reconoció que no depende del Gobierno.