Amnistía denuncia uso "desproporcionado" de la fuerza por el Ejército egipcio

EL CAIRO.- Amnistía Internacional y un colectivo de ONG locales denunciaron el miércoles el uso "desproporcionado" de la fuerza en la gestión de las manifestaciones islamistas pro-Mursi y reclamaron una investigación "independiente" sobre los enfrentamientos del lunes en El Cairo que dejaron más de 50 muertos.

El lunes de madrugada, al menos 51 personas murieron en estas violencias ante la sede de la Guardia Republicana en El Cairo. En el clima de extrema tensión que prevalece en el país, los Hermanos Musulmanes, a los que pertenece Mursi, declararon que los soldados y los policías abrieron fuego sin motivo contra los manifestantes y denunciaron una "masacre". El ejército dijo haber replicado a un ataque de "terroristas armados".

"Aunque algunos manifestantes pudieron haberse mostrado violentos, la respuesta (del ejército) fue desproporcionada y es responsable de muertes y heridas entre la multitud", afirma Amnistía Internacional (AI) en un comunicado.

"Aunque el Ejército afirma que los manifestantes atacaron primero y que no han resultados heridos ningún niño ni ninguna mujer, los primeros elementos apuntan a un escenario muy diferente", indicó Hasiba Hadj Sahraui, una responsable regional de la ONG.

"Muchas víctimas fueron alcanzadas (por balas) en la cabeza y en la parte alta del cuerpo", nota AI, que realizó investigaciones en las morgues y hospitales de El Cairo y de Alejandría (norte).

En un comunicado común, 15 ONG egipcias expresaron por su parte su "fuerte condena del uso excesivo de la fuerza por parte del ejército y de las fuerzas de seguridad".

"La gestión de las manifestaciones debe responder a los estándares internacionales, aunque estas concentraciones sean la ocasión de violencias y de un recurso a las armas de fuego", añaden.

Según Amnistía Internacional, los episodios violentos que se han registrado desde el golpe del ejército contra el presidente Mohamed Mursi el 3 de julio, después de manifestaciones masivas, han dejado al menos 88 muertos y unos 1.500 heridos.