Distintas especies de peces han sido testeadas en Japón tras la tragedia de Fukushima.
Reuters/Archivo
TOKIO.- Una lubina pescada a la altura de la prefectura de Ibaraki, situada a pocas decenas de kilómetros de Fukushima, reveló un nivel de radioactividad inédito hasta ahora en un ejemplar de esta especie: diez veces superior al límite autorizado en Japón.
Así lo confirmó la prefectura en las últimas horas.
El pez, capturado el 4 de julio en aguas de la ciudad de Hitachi, presenta una cantidad de cesio radioactivo superior a 1.000 becquereles por kilogramo. El máximo fijado para este tipo de alimento es de 100 bq/kg.
El caso se convirtió en una evidencia de que más de dos años después de la catástrofe en la central nuclear de Fukushima, la contaminación causada por el hecho sigue siendo preocupante, dispersa y difícil de conocer.
Las instalaciones de Fukushima Daiichi fueron golpeadas por el violento sismo y tsunami ocurridos en marzo de 2011.
El corte eléctrico provocado por la ola gigante causó la detención de los sistemas de refrigeración del combustible nuclear, que se fundió en los corazones de tres de los seis reactores de la central.
El fenómeno liberó numerosos elementos radioactivos alrededor, en el mar, el aire y en el suelo cercanos a la planta.
El antecedente se suma a la alerta por
la detección de elevados niveles de cesio radiactivo en un pozo de muestra situado entre los dañados reactores y el océano.
Muestras examinadas en ese lugar evidenciaron creciente presencia de ese peligroso elemento a sólo 25 m de la costa.