Sindicatos de Brasil intentan "conducir" ola de protestas para favorecer demandas laborales

SAO PAULO.- Mientras decenas de miles de manifestantes participaban en una nueva jornada de protestas en Brasil en la que fueron bloqueadas calles en distintas ciudades, los sindicatos en ese país buscan aprovechar el movimiento para impulsar movilizaciones gremiales.

Las paralizaciones, en su mayoría pacíficas salvo por enfrentamientos aislados entre la policía y los manifestantes en algunos lugares, fueron limitadas este jueves en comparación con las masivas marchas de junio, que atrajeron a más de un millón de personas.

En la tarde del jueves, la policía de Río de Janeiro disparó gas lacrimógeno y utilizó bastones para dispersar a un grupo de manifestantes, algunos con el rostro cubierto, que participaron en disturbios.

Durante la jornada, conductores de buses, trabajadores siderúrgicos, estibadores y cajeros bancarios se contaron entre los trabajadores sindicalizados que salieron a las calles para instalar sus demandas salariales y laborales entre los temas de las protestas.

La ola de manifestaciones en Brasil se había tranquilizado en las últimas semanas, tras la promesa lanzada por la Presidenta, Dilma Rousseff, de establecer reformas y aumentar la inversión en servicios públicos.

Grupos sindicales jugaron un papel marginal durante junio, pero ahora intentan afirmar su liderazgo y dar dirección a lo que fue un movimiento diverso y sin líderes.

Este jueves, los participantes en las acciones centraron sus demandas en exigir más derechos laborales, mientras reiteraban los llamados del mes pasado por mayores inversiones en salud pública, educación y transporte.

Los mayores sindicatos de Brasil representan a cerca de un décimo de la fuerza laboral formal.

CUT: "No llegamos tarde"

Los líderes del mayor grupo sindical de Brasil, la Central Única dos Trabalhadores (CUT), que respalda al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en el poder, buscó canalizar el descontento popular y contrarrestar la idea de que llegaron tarde al movimiento.

"No llegamos tarde, siempre hemos estado aquí. Estamos aquí para exigir que Dilma cumpla sus promesas", afirmó Adriana Magalhaes, empleada bancaria y coordinadora de la CUT en Sao Paulo.

La mayor manifestación sindical en esta ciudad atrajo algunos miles de asistentes en su mayor convocatoria y cubrió al menos cuatro cuadras de la avenida Paulista, la principal de la ciudad.

La policía cerró el área y desvió el tránsito para permitir el desarrollo de la marcha.