''La Hermandad Musulmana se compromete a seguir protestando pacíficamente hasta que se haya restaurado totalmente la legitimidad democrática'', aseguró la organización.
ReutersEL CAIRO.- Grupos de seguidores del derrocado presidente egipcio Mohamed Mursi y sus detractores llamaron hoy a la población a manifestarse nuevamente el lunes en todo el país.
La Hermandad Musulmana dijo que las protestas se realizan para exigir la restitución de Mursi, quien fue derrocado por el ejército el 3 de julio.
"La Hermandad Musulmana se compromete a seguir protestando pacíficamente hasta que se haya restaurado totalmente la legitimidad democrática", aseguró la organización, que acusa al ejército de haber perpetrado un golpe de Estado.
Uno de los dirigentes de la Hermandad, Essam al Arian, confirmó en su página de Facebook que su organización no reconoce las nuevas estructuras de transición con el nombramiento de Adli Mansur como presidente interino y Hasem al-Beblawi como primer ministro.
Según medios estatales egipcios, Al Beblawi pretende entrevistarse hacia mediados de la próxima semana con varios candidatos a ocupar puestos ministeriales. El diario "Al Ahram" aseguró que el nuevo gabinete, de unos 30 miembros, incluirá también a representantes del viejo régimen.
El líder opositor y premio Nobel de la Paz, Mohamed El Baradei, juró entre tanto el cargo de vicepresidente para relaciones internacionales. El Baradei, ex director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), prestó juramento ante el presidente Mansur, informó la televisión estatal.
La oficina de la fiscalía del Estado informó que está investigando denuncias que acusan a Mursi y otros dirigentes de la Hermandad Musulmana de colaboración con agencias extranjeras, espionaje, incitación al asesinato de manifestantes pacíficos, ataques a instalaciones militares y daños causados a la economía. La fiscalía no precisó quién había presentado las denuncias.
El Frente Nacional de Salvación, un grupo de liberales e izquierdistas, llamó hoy a sus seguidores a congregarse en la plaza Tahrir y frente al palacio presidencial en El Cairo para exigir el pleno cumplimiento de la hoja de ruta trazada por los militares, que incluye un cambio de la Constitución elaborada por los islamistas y la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias.
El jefe de las Fuerzas Armadas y artífice del derrocamiento de Mursi, general Abdel Fattah al Sissi, aseguró mientras tanto que el ejército no está interesado en la política.
"Las Fuerzas Armadas (...) han decidido, sin dudarlo, ponerse al servicio del pueblo y darle la posibilidad de decidir libremente lo que quiera", declaró Al Sissi al periódico estatal "Al Ahram". Las Fuerzas Armadas, agregó el "hombre fuerte" de Egipto, "están comprometidas con su papel y no irán más allá de él".
El Ejército egipcio depuso a Mursi, el primer presidente elegido democráticamente en el país, después de que millones de egipcios salieran todos los días a la calle para reclamar la dimisión del presidente islamista.