''Estamos ante un punto de inflexión histórico'', dijo el líder del partido, Alexis Tsipras.
EFEATENAS.- La principal formación de la oposición griega, la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), ha fusionado en un partido único las facciones y organizaciones que hasta ahora la componían, con el objetivo de reforzar sus posibilidades de convertirse en alternativa de gobierno.
"Estamos ante un punto de inflexión histórico", dijo hoy el líder del partido y jefe de la oposición griega, Alexis Tsipras, durante el congreso fundacional de la nueva Syriza. "Es ahora o nunca. O Syriza o los memorandos (de la troika). O Syriza o la tragedia humanitaria", advirtió.
La fusión de las organizaciones de Syriza en un solo partido es considerada por los analistas locales un paso hacia la madurez de esta formación política, con menos de una década de vida.
Fue fundada en 2004 en torno a Synaspismos, una suma de varias formaciones cuya principal corriente era el eurocomunismo (en oposición al socialismo prosoviético del Partido Comunista de Grecia, también con representación parlamentaria).
En Syriza, que forma parte del Partido de la Izquierda Europea (PIE), han convergido diversos movimientos y organizaciones políticas ecologistas, trotskistas, maoístas y de diferentes percepciones izquierdistas, aunque no había logrado superar el 5 % de los votos en las elecciones parlamentarias hasta el año pasado.
En esos comicios la formación dirigida por el joven Tsipras, de 39 años, logró el 27 % del apoyo popular, apenas tres puntos por debajo del ganador de las elecciones: la conservadora Nueva Democracia (ND).
Sin embargo, la conversión a un partido unificado no ha sido fácil y en el congreso fundacional de Syriza que culminó hoy en Atenas se han vivido momentos de tensión.
Una de las críticas más duras a la unificación de la formación llegó del histórico militante de la resistencia antinazi y diputado Manolis Glezos, quien en su intervención subrayó que el rápido crecimiento de Syriza se ha debido precisamente a su diversidad de voces.
Amenazó con no disolver la facción que él mismo dirige, pero avisó de que "aquellos que piensan que Syriza se romperá, se equivocan".
En su respuesta, Tsipras defendió la propuesta de la dirección de la formación de unificar Syriza alegando que "para cambiar el país hay que estar organizado, no se puede ser un partido con catorce estatutos diferentes y catorce programas políticos diferentes".
Finalmente, cerca del 80 % de los 3.350 delegados participantes votó a favor de la unificación de Syriza y la disolución de las organizaciones que hasta ahora la conformaban, aunque resta saber qué ocurrirá con las cinco más "rebeldes".
Con todo, una fuente del partido explicó que, aunque no lo hagan, "son tan pequeñas que no tendrá importancia" en el futuro de la organización.
Dentro de las posiciones programáticas aprobadas en el congreso, Syriza subraya que su objetivo es "el derrocamiento democrático del sistema político actual y sus estructuras de apoyo, para abrir el camino a un Gobierno de izquierda, basado en un frente amplio de fuerzas sociales y políticas".
Apuesta, además, por un "socialismo del siglo XXI" organizado en torno a "la propiedad y el control social -no estatal- de los medios de producción", el control público de la banca, el control de precios y la reorganización.