ROMA.- El Papa Francisco inició hoy su viaje a Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, con la partida de su vuelo del aeropuerto Leonardo da Vinci en Roma.
El Primer Ministro italiano, Enrico Letta, se despidió del Santo Padre argentino en la pista. Se trata del primer viaje al extranjero del Pontífice desde su nombramiento.
La llegada está prevista para las 16:00 horas de Brasil (15 horas de Chile). En esta jornada el Pontífice sólo recibiría el saludo de las autoridades locales.
Se espera que hasta dos millones de peregrinos asistan a la Jornada Mundial de la Juventud. Además, el Papa visitará el miércoles el santuario mariano de Aparecida.
En concordancia con su estilo sencillo y su inclinación a estar cerca de sus fieles, el pontífice resolvió realizar un paseo por el centro de Río de Janeiro, en un vehículo abierto en vez del papamóvil blindado.
Además visitará una favela, habrá un encuentro con deportistas, entre ellos con el ex futbolista Pelé, y otro exclusivamente con fieles argentinos, que viajaron en masa para verlo.
La llegada del pontífice genera gran expectativa en la Iglesia local, que enfrenta un fuerte éxodo de fieles, atraídos principalmente por las denominaciones neopentecostales.
Según el censo demográfico de 2010, la proporción de fieles de Roma bajó nueve puntos porcentuales en la última década, y cayó al 64,6 por ciento de la población.
La visita papal a Brasil ocurre en un momento tenso del país sudamericano, que en junio fue escenario de una ola de protestas contra la corrupción y por mejores servicios públicos de salud, educación y transporte, que arrastró a las calles a más de un millón de personas.
Ante el temor a nuevas manifestaciones, el gobierno de Dilma Rousseff optó por reforzar el esquema de seguridad, que movilizará a casi 14.000 efectivos -entre los que hay 10.200 soldados de las tres Fuerzas Armadas-, apoyados por helicópteros, vehículos blindados, buques de patrullaje y un sistema antiaéreo.
El papa, sin embargo, ya ha dado muestras claras de que no comparte las preocupaciones del gobierno y, además de optar por un vehículo abierto en vez del blindado, recorrerá calles de la zona céntrica de la ciudad que han estado entre los principales escenarios de las masivas protestas de junio antes de reunirse con la Presidenta del país, Dilma Rousseff.