RÍO DE JANEIRO.- El Papa Francisco está profundamente apenado por el descarrilamiento de un tren en Santiago de Compostela, España, en el que han muerto 78 personas y 130 han resultado heridas.
Francisco ofreció hoy la misa que ofició por la mañana en la residencia de Río de Janeiro, donde se aloja, en sufragio por las víctimas del accidente, informaron a Efe fuentes del Vaticano.
El Pontífice ayer, a penas conoció el accidente, se unió al dolor de las familias españolas de las víctimas mortales y de los heridos, informó ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Hoy, el Santo Padre envió un telegrama de pésame al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, desde Río de Janeiro, donde participa en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, en el que escribió:
"Al ser informado del grave accidente ferroviario ocurrido cerca de Santiago de Compostela, que ha causado numerosas víctimas y cuantiosos heridos, profundamente apenado, he elevado una ferviente plegaria al Señor por todos los fallecidos y damnificados por ese trágico suceso".
"Con sentimiento de intenso dolor, ruego que tenga la bondad de hacer llegar a cuantos han sufrido esta desgracia y a sus familiares mi cercanía espiritual, mi fraternal afecto y mi emocionada solidaridad, asegurándoles al mismo tiempo que ofrezco sufragios por los difuntos y oraciones por todos los que se encuentran maltrechos en estos momentos de aflicción pidiendo a Dios su pronta y total recuperación", agregó.
El Papa Bergoglio recordó que hoy la Iglesia celebra la festividad de Santiago Apóstol, "celestial patrón de España y testigo de Cristo resucitado" y envió su aliento para "todos los hijos de esas nobles tierras" e impartió una "especial" bendición apostólica, "portadora de la esperanza que viene de la fe y de consuelo que ofrece el amor".
Ayer Lombardi cuando informó del suceso pidió a los periodistas acreditados ante la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud un minuto de silencio por las víctimas del accidente ferroviario.