Madrid/Santiago de Compostela.- El descarrilamiento de un tren ocurrido ayer por la en Galicia, en el noroeste de España, dejó un balance provisional de 80 muertos y más de un centenar de heridos, según los datos oficiales de hoy sobre la peor tragedia ferroviaria de las últimas cuatro décadas en el país.
Se teme que aumente la cifra de víctimas fatales ya que de los heridos, 31 se encuentran en estado crítico, cuatro de ellos niños, según las autoridades. Por la tarde continuaban ingresadas 94 personas.
De los 80 fallecidos, 73 murieron en el lugar del accidente y los otros siete, en el hospital. En los centros hospitalarios se atendió inicialmente a 178 personas, según los responsables de la sanidad gallega.
El tren, un Alvia que circulaba por la vía de alta velocidad y se dirigía a Ferrol desde Madrid, descarriló en las inmediaciones de Santiago de Compostela, en una curva cerrada sobre la que los técnicos habían llamado la atención cuando se inauguró el tramo, calificándola de "difícil".
En el tren viajaban 218 pasajeros además de la tripulación.
El exceso de velocidad era hoy la principal hipótesis que se barajaba como causa del accidente, el primero en una vía de alta velocidad en España.
Uno de los conductores del tren admitió que el convoy iba a 190 kilómetros por hora en el momento del siniestro, en un tramo en el que la velocidad máxima está limitada a 80 kilómetros por hora.
El maquinista, de 52 años y con 11 de experiencia, según medios españoles, se encontraba hoy en un hospital custodiado por la policía judicial, aunque no detenido. Declarará como imputado ante las fuerzas de seguridad, según ordenó un juez.
"Voy a 190!", gritó en una comunicación por radio, según dijeron fuentes de la investigación citadas por el diario "El País". Se desconoce si alcanzó esa velocidad por un fallo técnico o por un fallo humano. La investigación en marcha tendrá que determinarlo. El Sindicato de Maquinistas insistió en que es pronto para determinar las causas del accidente y aseguró que todo siniestro suele estar causado por "una serie de circunstancias".
Al frente del tren había otro conductor más que también sobrevivió. El testimonio de ambos será clave para averiguar qué propició el accidente, junto a la caja negra del tren, que tras ser localizada quedó bajo custodia de la policía judicial.
Medio centenar de efectivos de la policía científica, llegados desde varias partes del país, trabaja en las labores de identificación de los muertos en el siniestro, en una espera angustiosa para las familias.
Las autoridades gallegas pidieron paciencia a los familiares de las víctimas ante los trabajos de identificación, un trabajo lento y laborioso. Por la tarde habían sido identificados 53 cadáveres.
El Presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, decretó tres días de duelo oficial en España. El jefe del Ejecutivo regional gallego, Alberto Núñez-Feijóo, anunció por su parte siete días de luto en Galicia, sacudida por la tragedia cuando se disponía a celebrar hoy su día grande, el del Apóstol Santiago.
"Hoy es un día muy difícil. Hemos vivido un accidente terrible, dramático y que me temo va a permanecer mucho tiempo en nuestras memorias", dijo Rajoy en una comparecencia institucional en la capital gallega, en la que él mismo nació en 1955. "Este es el día del Apóstol más triste de mi vida", señaló un jefe del Ejecutivo apesadumbrado, con chaqueta y corbata negras.
Acompañado por Núñez-Feijóo y la ministra de Fomento, Ana Pastor, Rajoy acudió por la mañana a la zona cero del siniestro, para informarse in situ de lo sucedido. Después visitó a heridos hospitalizados.
Por la tarde se esperaba en Santiago de Compostela la llegada de los reyes Juan Carlos y Sofía, que querían visitar a los heridos y a las familias de las víctimas. El monarca expresó hoy su "dolor y tristeza" por "el terrible accidente", en una carta que la Casa Real española colgó en su página web.
España "hoy tiene depositada toda su emoción en el corazón de la querida tierra gallega", escribió el rey, que al igual que el príncipe Felipe canceló su agenda del día. La reina regresó hoy a Madrid desde Mallorca, a donde había viajado el martes para pasar allí una temporada en las vacaciones estivales.