BOGOTÁ.- Como Hernán Cantillo fue identificado un ex paramilitar acusado de comandar la masacre de 36 campesinos el 22 de noviembre de 2000 y de perseguir a reclamantes de tierras usurpadas por grupos armados de derecha fue detenido por la Policía.
El ex uniformado, sobre quien pesaba una orden de captura internacional, fue arrestado en un suburbio de la localidad de Galapa, provincia de Atlántico, donde desplegó gran parte de una carrera criminal de dos décadas.
Las autoridades acusan a Cantillo de liderar la matanza en el poblado de Sitionuevo (en Magdalena), siguiendo órdenes de Rodrigo Tovar, un jefe del desmovilizado grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Asimismo, lo sindican de asesinatos selectivos como el del sociólogo Alfredo Correa, el 17 de septiembre de 2004, y de amenazar en mayo pasado a labriegos de Sitionuevo que recuperaron sus fincas tras un desplazamiento masivo ocasionado por otra masacre de su autoría.
Responsable de otros éxodos forzados, Cantillo militó en las FARC y el ELN antes de enrolarse en las AUC, y en años recientes se vinculó a la banda narcotraficante Los Rastrojos, integrada entre otros por antiguos paramilitares y acusada de perseguir a reclamantes de tierras.
Las autoridades ofrecían 100.000 dólares de recompensa por información para detener al ex paramilitar.