Manifestantes en Río.
AFP
RÍO DE JANEIRO.- El camino de los estimados 1,5 millones de peregrinos que se dan cita en Brasil para la Jornada de la Juventud (JMJ) se cruzó este viernes con el de algunos cientos de manifestantes que realizaban una protesta en Copacabana, el escenario de la cita católica que lidera el Papa Francisco.
En algunos momentos hubo roces entre los dos grupos, y los peregrinos abuchearon a un grupo de ateos, uno de los cuales portaba una pancarta donde se leía: "Me llamo Jesús y vine a decirles que Dios no existe".
Sin embargo, las hostilidades no derivaron en violencia entre los involucrados en esta situación.
Los voluntarios que trabajan en la JMJ trataron de desviar a los peregrinos del camino de la manifestación, realizada precisamente en el momento en que el Papa Francisco seguía, desde un escenario armado en la famosa playa carioca, una representación de la Vía Crucis.
La protesta fue acompañada de cerca por decenas de vehículos policiales y por un carro blindado equipado con cañón de agua.Los manifestantes también criticaron el uso de dinero del Estado para preparar la ciudad para la JMJ, lo que, según el filósofo Julio César de Andrade, representa "un quiebre de la laicidad del Estado".
En Sao Paulo, una manifestación de apoyo a las protestas de Río resultó en ataques a agencias bancarias perpetrados por grupos de activistas enmascarados que defienden actos de vandalismo como forma de lucha política.
"Vandalismo es lo que hacen en las escuelas al no suministrar educación a la gente. Manifestación pacífica es lo mismo que pasearse por la ciudad", dijo uno de los participantes de los ataques al grupo de televisión online Midia Ninja, que realiza una cobertura independiente de las protestas callejeras en Brasil.