Siguen las protestas en Egipto.
Reuters
WASHINGTON.- El gobierno de Estados Unidos confirmó este viernes que decidió que no tiene por qué pronunciarse acerca de si los sucesos en Egipto que llevaron a la caída del presidente Mohamed Mursi fueron un golpe de Estado o no, definición clave que podría haber bloqueado las fuertes ayudas que da a El Cairo.
"La ley no nos obliga a tomar una decisión formal sobre si se produjo o no un golpe y no va en nuestro interés nacional hacer una determinación en este sentido", defendió la decisión la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki.
Desde la salida forzada de Mursi a comienzos de mes, un equipo legal del gobierno estadounidense estuvo estudiando la cuestión de si Washington debía calificar los hechos como golpe o no.
Se trata de un matiz muy importante, puesto que una ley que data de 1961 restringe la ayuda estadounidense a los gobiernos de los países "cuyo jefe de Estado elegido de forma reglamentaria sea depuesto por un golpe o decreto militar".
Desde hace décadas El Cairo es uno de los mayores receptores de ayuda militar estadounidense: más de 1.300 millones de dólares fluyen anualmente a las arcas de la defensa egipcia, según el último informe del puesto de investigación del Congreso estadounidense.
El anuncio esta misma semana por parte del Pentágono acerca de que decidió cancelar el suministro de cuatro aviones de combate F-16 a Egitpo debido a los disturbios en el país había llevado a pensar que Washington acabaría anunciando pronto una decisión al respecto.
El no posicionamiento oficial sobre Egipto ahora decidido fue duramente criticado por los periodistas que enfrentaron a la portavoz del Departamento de Estado este viernes durante su rueda de prensa diaria, y que cuestionaron la respuesta norteamericana como un peligroso precedente que en el futuro podría permitirle a Washington escoger en qué casos aplica la ley y en cuáles no.
Psaki sin embargo se mantuvo firme en la posición oficial estadounidense que reiteró en varias ocasiones, y que alude al interés especial que para Washington reviste el caso egipcio para no hacer una declaración oficial que pueda comprometer la seguridad de ese país.
"Creemos que el continuado suministro de ayuda a Egipto, consistente con nuestra ley, es algo importante para nuestra meta de promover una transición responsable hacia el gobierno democrático y que es consistente con nuestros interses en materia de seguriad nacional", declaró la vocera.
"Trabajaremos con el Congreso para decidir cuál es la mejor manera de continuar la ayuda a Egipto de una forma que anime al gobierno interino egipcio a realizar una transición rápida y responsable hacia un gobierno estable, democrático, incluyente y civil", agregó.
Por otro lado, Psaki manifestó hoy la "profunda preocupación" del gobierno de Barack Obama por la orden de prisión preventiva emitida hoy contra Mursi, contra quien se han impuesto cargos por conspiración con Hamas.
"Estamos profundamente preocupados por los reportes de que una corte egipcia ordenó la detención de Morsi", dijo Psaki, quien subrayó la "importancia" de que se busquen fórmulas para su "liberación" y se "respete la seguridad personal" del derrocado presidente, todo ello, agregó, teniendo en en cuenta la "volátil situación política" en el país.