ISLAMABAD.- Unos 250 prisioneros se escaparon de la cárcel de la ciudad paquistaní de Dera Ismail Khan en un ataque taliban que duró varias horas y causó la muerte de nueve personas, entre ellos seis policías, informó la prensa local.
En el ataque, que comenzó poco antes de la medianoche del lunes, escaparon al menos 30 insurgentes, de los que seis han sido detenidos, de acuerdo con declaraciones del comisario de Policía Mushtaq Jadoon recogidas por el canal Geo TV.
Entre los detenidos se encuentran varias decenas de combatientes islamistas. "Un total de 243 prisioneros escaparon, seis fueron capturados por la policía poco después," dijo Jadoon.
El objetivo del ataque fue la prisión de Dera Ismail Khan, ciudad de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, cerca de Waziristán del Sur, una región tribal semiautónoma que sirve de refugio a los talibanes y otros grupos vinculados a Al Qaeda.
Según Mushtaq Jadoon, los insurgentes sembraron en la cárcel decenas de explosivos, de los cuales 14 fueron neutralizados.
"La policía y otras fuerzas de seguridad están tratando de poner bajo seguridad a la cárcel", dijo, mientras que las autoridades han impuesto un toque de queda en la ciudad.
Los atacantes, vestidos con uniformes de la policía local, atacaron la prisión con cohetes, morteros y armas automáticas, antes de entrar en el edificio para liberar a cientos de insurgentes islamistas que estaban detenidos allí.
"Primero destruyeron un vehículo blindado policial estacionado ante la entrada principal", matando a dos policías, según Jadoon.
Shahidullah Shahid, un portavoz de los talibanes paquistanos TTP, un grupo islamista armado que lucha desde hace seis años contra el gobierno de Islamabad, considerado como proestadounidense, se atribuyó la responsabilidad por el ataque.
"Alrededor de 150 talibanes, incluyendo 60 suicidas atacaron la cárcel central y lograron liberar a 300 prisioneros", declaró.
La cárcel central de Dera Ismail Khan alberga 5.000 prisioneros, incluidos 300 rebeldes encarcelados por haber atacado a las fuerzas de seguridad paquistaníes o cometido ataques contra la minoría musulmana chií, según el jefe de la policía local.
Este ataque recurda el de abril de 2012 contra la prisión de Bannu, también situada en el noroeste del país, cerca de la frontera afgana, donde fueron liberados unos 400 rebeldes.