BANGKOK.- Varios miles de tailandeses se manifestaron hoy en Bangkok para protestar contra la ley de amnistía que el Gobierno pretende aprobar esta semana por considerar que está hecha a medida del prófugo ex primer ministro, Thaksin Shinawatra.
La protesta, organizada por el Ejército Popular, una coalición de organizaciones monárquicas y nacionalistas, comenzó entre un fuerte despliegue policial en un céntrico parque de la capital, donde los manifestantes planean concentrarse hasta que concluya el debate parlamentario sobre el proyecto de ley.
Los manifestantes, que ondearon banderas del país y emblemas amarillos de la Monarquía, pidieron la retirada del Gobierno que encabeza la primera ministra, Yingluck Shinawatra, hermana de Thaksin, quien tiene pendiente una pena de dos años de cárcel por corrupción.
"Ha llegado la hora de que los tailandeses que aman al país se unan y formen un ejército popular para derrocar al régimen de Thaksin", dijo a los manifestantes el general retirado Preecha Iamsuphan, uno de los líderes de la protesta.
El proyecto de ley, que se someterá a debate el miércoles, propone una amnistía para todos los involucrados en actos de violencia política desde que Thaksin fuera desalojado del Gobierno en un golpe militar en 2006.
Las autoridades han declarado una ley especial de seguridad en tres distritos de la capital donde hay edificios gubernamentales que da poderes a las fuerzas de seguridad en previsión de que la manifestación derive en una protesta violenta.
El Tribunal Constitucional abortó el año pasado un intento del Gobierno de aprobar una ley de amnistía, después de que la oposición y la plataforma conservadora de los "camisas amarillas" se manifestaran en contra de la iniciativa legal.
Thaksin, a quien sus detractores acusan de dirigir el Gobierno desde la sombra, vive exiliado en Dubai desde 2008, cuando fue condenado por un tribunal de Justicia de su país a dos años de cárcel por corrupción y abuso de poder.
Desde el golpe, Tailandia arrastra una crisis política fruto de la lucha por el poder entre los partidarios y detractores de Thaksin, quien continúa teniendo un fuerte apoyo en las zonas rurales y entre las clases urbanas más empobrecidas, a las que dirigió sus políticas de corte populista.