MADRID/RABAT.- El escándalo en torno a un pedófilo indultado generó en Marruecos una ola de protestas que alcanza al rey Mohamed VI, pero que también pone al español Juan Carlos I y al gobierno conservador de Madrid ante preguntas incómodas.
"¡Es una vergüenza, los niños del pueblo están en peligro!", gritaban los manifestantes hasta que fueron golpeados y dispersados por tropas antidisturbios de la policía marroquí. Aunque la protesta frente al Parlamento de Rabat fue disuelta tan brutal como rápidamente, las autoridades no consiguieron borrar la indignación por el indulto de un pedófilo español por parte de Mohamed VI.
Al contrario: miles de personas quieren marchar hacia Casablanca para realizar una multitudinaria manifestación el martes y miércoles próximos.
El conflicto surgió cuando se supo que entre la lista de presos españoles indultados gracias a un acuerdo entre Juan Carlos I y Mohamed VI estaba Daniel Galván Viña, de 64 años y condenado a 30 años de cárcel por abusar de 11 niños. Sólo ha cumplido año y medio de la pena.
"Es la primera vez en Marruecos que se pone masivamente en tela de juicio una decisión personal de Mohamed VI como el indulto real", aseguró al diario "El País" el activista Fouad Abdelmoumni. La medida fue irresponsable y crea un problema de seguridad, añade. También el presidente de la asociación de derechos humanos AMDH, Ahmed Al-Haj, cree que el indulto no hace más que promover la impunidad.
Los abusos sexuales contra niños en Marruecos ya eran un tema explosivo antes de conocerse el caso de Galván. La ONG "Touche pas … mon enfant" (No toques a mi niño) estima que 26.000 niños son violados al año en el reino hachemita, es decir 71 por día. Y una parte importante de estos delitos es responsabilidad de redes de pedófilos bien organizadas que se mueven en el ambiente de la jet set de Marrakesh.
Entre los clientes de estas redes se cuentan incluso poderosos políticos y empresarios de países europeos, según los activistas por los derechos humanos. "El país es conocido como uno de los mayores destinos de turismo sexual del mundo", señala el portal de noticias Maghreb Emergente.
En los últimos meses se han multiplicado los escándalos. En mayo fue condenado un francés de 60 años a 12 años de cárcel, en junio fue detenido un británico. El caso de la pequeña Wiam causó especial indignación. La niña de diez años fue violada 20 veces por un padre de familia y herida con una hoz. "Fue la gota que rebasó el vaso", dice la presidenta de "Touche pas", Nayat Anouar.
Otra cuestión que aún no tiene respuesta es si Galván, que es de origen iraquí, fue incluido en la lista de los 1.044 presos a ser liberados con motivo de la Fiesta del Trono porque era un espía español que estuvo implicado en la caída de Saddam Hussein, según publicó "El País".
Lo único seguro es que en 2005 se estableció en Kenitra, en el norte de Marruecos, y que contó a todos que era un profesor universitario jubilado. Organizaba fiestas para los niños de los vecinos, violó a 11 niños de entre cuatro y 15 años y filmó sus actos, al parecer para vender el material. El tribunal que lo condenó estableció que se aprovechó de los problemas financieros del vecindario.
Se desconoce qué consecuencias tendrá el error del rey Mohamed VI, que afirma no haber conocido los antecedentes de Galván. Juan Carlos I se ve implicado porque durante una visita a Marruecos a mediados de julio pidió la liberación de los presos como un gesto de amistad. Pero no habló específicamente de Galván. "El País" especula que sí podría haberlo hecho el CNI, el servicio secreto, aunque las autoridades lo niegan.
En Marruecos, donde la primavera árabe pasó sin mayores cambios, podría haber efectos importantes a nivel político y social, opinan los expertos. "La juventud de Marruecos ha dejado claro en las grandes manifestaciones de 2011 que la época de Hassan II ha pasado y que la población no dudará en pedir cuentas a la monarquía en caso de insatisfacción", escribe el portal Afrik. Y el fin de semana algunos fanáticos del fútbol gritaban en Rabat: ¡La monarquía está podrida!".