SANÁ.- Fuerzas de seguridad cerraron caminos, colocaron barreras adicionales a prueba de explosiones e incrementaron el número de sus patrullas el domingo cerca de algunas de las más de 20 embajadas en el mundo islámico que Washington ordenó cerrar durante el fin de semana por posibles ataques de al-Qaida.
Los cierres fueron acompañados por una exhortación a los estadounidenses que viven en el extranjero a que tomen mayores precauciones durante agosto, en particular cuando aborden aviones, trenes y buques.
El Departamento de Estado dijo que 19 sedes diplomáticas permanecerán cerradas hasta el sábado por un "exceso de cautela". Jen Psaki, portavoz del Departamento, dijo que la decisión de mantener cerrados las embajadas y consulados "no es un indicio de que haya una nueva amenaza".
Los países con sedes diplomáticas a las que se les ha ordenado cerrar se hallan principalmente en el mundo árabe y musulmán, desde Mauritania en el oeste hasta Bangladesh por el este.
En días recientes, funcionarios estadounidenses dijeron que habían recibido información de inteligencia importante y detallada que dejaba entrever un posible ataque, con algunas características que señalaban a la red terrorista de al-Qaida.
El Departamento de Estado indicó que la posibilidad de terrorismo era particularmente aguda en Oriente Medio y en el norte de África, con gran posibilidad de que ocurra algún ataque en o procedente de la Península Arábiga.
"La amenaza fue específica en cuanto a lo enorme que sería y también obtuvimos ciertas fechas", dijo el domingo el representante Pete King, republicano de Nueva York que preside una comisión de antiterrorismo e inteligencia, en declaraciones a la cadena televisiva ABC.
King dijo que cree que "Al-Qaida es en muchos aspectos más fuerte de lo que era antes del 11 de septiembre (de 2001), ya que ha mutado y se ha extendido considerablemente en lugares drásticamente distintos. Y al-Qaida en la Península Arábiga es "la más mortífera de todas las filiales de al-Qaida".
En Jordania, un funcionario antiterrorista dijo que la información disponible indicaba una posible amenaza contra los intereses estadounidenses en la Península Arábiga, en particular en Yemen, y eso provocó el cierre temporal de las misiones estadounidenses en el mundo musulmán. Pidió mantenerse anónimo por no tener autorización para dar declaraciones.
En Saná, la capital yemení, la seguridad se acrecentó el domingo alrededor del edificio de la embajada estadounidense y en el cercano Hotel Sheraton, donde se alojan los infantes de Marina.
La policía instaló un puesto de control en la calle de acceso a la embajada, pidiéndoles a algunas personas que se identificaran antes de dejarlas pasar.
Las medidas de seguridad también se intensificaron cerca de las embajadas estadounidenses en las capitales de Bahrein, Irak y Jordania.
Las intercepciones de inteligencia hicieron que Gran Bretaña, Alemania y Francia cerraran sus embajadas en Yemen el domingo y el lunes. Las autoridades británicas dijeron que algunos empleados de la embajada en Yemen fueron retirados "por razones de seguridad".
Canadá también anunció que cerraría su embajada en Daca, Bangladesh, el domingo.
La decisión del cierre de las misiones diplomáticas estadounidenses el domingo, que es un día laborable en gran parte de la región, tiene lugar casi un año después de un ataque diplomático en la ciudad de Bengasi, Libia, en el que murieron el embajador y otros tres estadounidenses.
Sin embargo, algunos alegan que la intensificación de las medidas de seguridad podría darle un impulso involuntario a la imagen de al-Qaida.