BRASILIA.- La Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, inauguró este sábado en Porto Alegre un moderno tren de propulsión neumática y reiteró su compromiso con la modernización del transporte público, cuyas deficiencias detonaron las masivas protestas de junio pasado.
"Es un proyecto revolucionario, con tecnología diferenciada y creada totalmente en Brasil, un país que prueba así su capacidad de crear e innovar", dijo Rousseff en un acto celebrado tras el primer viaje del pequeño tren, que ella misma hizo junto a autoridades de Porto Alegre y del estado de Río Grande do Sul (sur).
El tren, bautizado como "Aeromóvil", une desde hoy el aeropuerto de Porto Alegre con una estación de ferrocarril vecina, a través de un trayecto de escasos 900 metros que realiza sobre un puente de concreto y en un tiempo de dos minutos.
"Es un tren de tecnología limpia, con motores eléctricos, sin ninguna emisión de gases tóxicos, moderno, sin contaminación visual y que responde a todas las preocupaciones de la comunidad internacional sobre el medio ambiente", declaró la jefa de Estado.
Este proyecto piloto, que está en operaciones desde hoy, ha sido considerado como el punto de partida para iniciativas de mucha más envergadura que serán desarrolladas en diversos puntos del país.
El primer "Aeromóvil" costó 37,8 millones de reales (unos 16,4 millones de dólares) y se calcula que movilizará a unos 7.700 pasajeros por día.
El proyecto es totalmente nacional y ha sido diseñado por el Grupo Coester, que ya tiene planes para construir otras dos líneas en la ciudad de Porto Alegre, una de nueve kilómetros y otra de 18.
Rousseff afirmó que el área de transporte ha pasado a ser "absolutamente prioritaria" para su Gobierno y reiteró que las previsiones de inversiones en ese sector llegan a 50.000 millones de reales (unos 21.740 millones de dólares) para los próximos años.
Según la mandataria, "la mejoría de renta" que experimentaron los brasileños en los últimos años ha llevado a muchos a volcarse "al transporte individual, al automóvil", pues "la mayoría quiere uno" y "ahora muchos" pueden comprarlo.
No obstante, afirmó que "los gobernantes deben preocuparse con el transporte público, que debe servirle a todas las clases sociales y dar viabilidad" a los espacios urbanos.