El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel.
La Segunda/ArchivoWASHINGTON.- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, advirtió hoy al líder militar egipcio, Abdel Fatah al Sisi, que la violencia en Egipto pone "en riesgo" elementos clave de la cooperación militar con el país árabe.
En un comunicado sobre el contenido de su conversación con Al Sisi, Hagel indica que "la violencia y los pasos inadecuados hacia la reconciliación están poniendo elementos importantes de nuestra larga cooperación en Defensa en riesgo".
Estas declaraciones se dan poco después de que el presidente Barack Obama anunciara desde su retiro de vacaciones en Martha's Vineyard (Massachusetts) la suspensión de las maniobras militares conjuntas con Egipto "Bright Star" previstas para el mes próximo y que han tenido periodicidad bienal.
"Desde que comenzó la crisis hemos dejado claro al Gobierno egipcio que debe evitar el uso de la violencia, respetar el derecho de reunión y avanzar hacia una transición política integradora. La violencia reciente que ha causado centenares de muertes en todo el país mina estos principios", aseguró Hagel.
La conversación entre el jefe del Pentágono y el más alto mando militar en Egipto se produjo un día después de que las fuerzas de seguridad egipcias disolvieran de manera violenta las concentraciones de seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi, que se ha saldado con más de 500 muertes.
Al Sisi fue el responsable del ultimátum a Mursi para que accediera a las demandas de sus opositores que protestaban en la calles, algo que finalmente desembocó el 3 de julio en la detención del mandatario egipcio, que sigue bajo custodia militar.
Hagel dijo a Al Sisi hoy que están "dispuesto a trabajar con todas las partes para alcanzar una salida pacífica e integradora" y mantendrá las relaciones de defensa con El Cairo, aunque hay pilares claves de la misma en peligro, según la nota.
La suspensión de las maniobras militares conjuntas, que no se celebran desde 2009, es parte de una cooperación bilateral que tiene como punto básico la ayuda anual de EE.UU. por valor de unos 1.300 millones de dólares.
Por ahora, el Gobierno de EE.UU. ha evitado calificar como un golpe de Estado los acontecimientos del pasado 3 de julio, por considerar que eso va en contra de sus intereses nacionales y porque implicaría además retener su ayuda exterior a Egipto.
El portavoz del Pentágono, George Little, dijo hoy que seguirán "deliberando" sobre las medidas a tomar a la vista de cómo evolucionan los acontecimientos en Egipto, que sufre cada vez más un deterioro social.
Little también recordó que la suspensión de las maniobras militares, que no se celebraron en 2011 por la revolución que puso fin a 30 años de gobierno autoritario de Hosni Mubarak, es una "señal a las autoridades del Ejército egipcio de que estamos preocupados por la situación".