WASHINGTON.- El sargento estadounidense Robert Bales fue condenado este viernes a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por la masacre cometida en Afganistán, donde mató a 16 civiles.
La sentencia fue dada a conocer en una corte militar en la base de Lewis-McChord, en el estado de Washington, según informó el diario "The News Tribune".
El 12 de marzo de 2012, Bales salió a escondidas de su puesto militar en Afganistán, se dirigió a un pueblo cercano y disparó contra civiles, muchos de los cuales estaban durmiendo. Entre las víctimas había nueve niños y 11 de ellas pertenecían a la misma familia.
Tras la masacre, el sargento, que hoy tiene 40 años, incineró los cadáveres.
Durante el juicio el soldado se declaró culpable de la matanza, en un acuerdo que le permitió evadir una posible pena de muerte.
El jueves se arrepintió del hecho ante el tribunal y se disculpó. "No tengo palabras para decir cuánto desearía poder volver atrás", dijo en una audiencia en Lewis-McChord.
Afirmó que sufría un desorden de estrés postraumático y admitió haber ingerido alcohol y el tranquilizante valium antes de cometer la matanza.
Tras difundir la sentencia, Bales fue sacado de la sala judicial sin que le fuera permitido abrazar a su esposa ni a su madre, que estaban llorando tras el anuncio del veredicto, indicó el periódico.
Sus abogados hicieron todo lo posible para que tuviera la posibilidad de una libertad anticipada. Sin embargo, la fiscalía lo rechazó.
El abogado militar Jay Morse describió a Bales como un hombre sin sentimiento moral. No puede responsabilizar a otra persona que a sí mismo por la matanza, indicó.
La defensa argumentó que Bales no pudo soportar la carga psicológica que le implicó la misión en Afganistán.
