WASHINGTON.- Los esfuerzos de Estados Unidos para determinar qué materiales altamente clasificados sacó Edward Snowden de la Agencia de Seguridad Nacional se han visto frustrados por los sofisticados esfuerzos del ex analista de inteligencia para cubrir su rastro digital eliminando o evitando los registros electrónicos.
Tales registros hubieran mostrado qué información Snowden pudo ver o descargar.
La investigación forense del gobierno está batallando con la aparente capacidad de Snowden de vencer las salvaguardas establecidas para supervisar y evitar que personas busquen información sin la autorización correspondiente, dijeron los funcionarios, quienes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar sobre el tema debido a su delicadeza.
La revelación socava las aseveraciones del gobierno de Barack Obama hechas al Congreso y al público de que los programas de vigilancia de la agencia de seguridad, NSA por sus siglas en inglés, no pueden ser objeto de abuso, ya que sus sistemas de espionaje son monitoreados y auditados de manera agresiva con fines de supervisión. Pero si Snowden pudo derrotar las trampas y alarmas de la agencia contra robos internos ¿cuántos empleados o contratistas más podrían hacer lo mismo?
En julio, casi dos meses después de que se conocieron primeras las revelaciones de Snowden, el director de la NSA Keith Alexander se negó a decir si sabía con certeza lo que el ex analista había descargado o cuántos archivos de la agencia se llevó, y dijo que había una investigación judicial en curso.
La portavoz de la NSA, Vanee Vines informó a la AP que Alexander "tiene una idea de los documentos e información que se llevaron", pero "no dijo que haya concluido la extensa investigación". Vines no dijo si Snowden encontró una forma de ver y descargar los documentos que se llevó, sin que la NSA lo supiera.