El senador opositor, Roger Pinto, es acusado de corrupción por el Gobierno boliviano.
ABI/ArchivoLA PAZ.- Bolivia solicitó un informe oficial a Brasil sobre "la huida" del senador opositor Roger Pinto, quien había permanecido, como asilado político, por más de 400 días en instalaciones de la embajada brasileña en La Paz.
"Se ha pedido al gobierno de Brasil un informe oficial sobre la huida del senador Pinto de su embajada en La Paz", declaró hoy la ministra boliviana de Comunicación, Amanda Dávila, tras declarar al opositor "prófugo de la Justicia".
Brasil había concedido asilo político a Pinto el 28 de mayo de 2012, pero el gobierno boliviano le negó el salvoconducto. El opositor adujo persecución política al pedir el refugio debido a los 20 procesos legales en su contra propiciados por el gobierno boliviano.
En junio, cuando el opositor cumplió 13 meses de residencia en la embajada de Brasil, un juez del departamento amazónico de Pando le sentenció a un año de presidio por delitos de corrupción cometidos cuando Pinto era gobernador de esa región.
El senador opositor, de Convergencia Nacional, fue gobernador de Pando entre 1999 y 2002. El gobierno asegura que desde este cargo cometió varios actos ilícitos vinculados con la corrupción pública, aunque también existen procesos por desacato, un delito recientemente eliminado del marco legal boliviano.
De acuerdo con un comunicado de la Cancillería, divulgado hoy, el senador tenía la prohibición de abandonar el país, precisamente por esta sentencia. En la nota se asegura que el opositor boliviano "huyó" a Brasil.
"No puedo esconder la emoción que siento por mi maestro y amigo Roger Pinto que por fin se encuentra en Brasil", afirmó hoy el diputado opositor Tomás Monasterio, quien aseguró que Roger Pinto "sufre una sistemática persecución por parte del gobierno".
"Lo único que mi papá ha podido decir es que él está bien, está sano, está en seguridad y esa es la única información que tenemos como familia", dijo Denise Pinto, hija del senador, en declaraciones que publica hoy "La Razón".
El politólogo Marcelo Silva cree que este tema puede generar un "un tremendo conflicto de relaciones entre Bolivia y Brasil", aunque dijo que se deben esperar las explicaciones sobre la forma en la que el senador opositor abandonó el país.