Jay Carney.
EFEWASHINGTON.- El gobierno de Estados Unidos considera que "no debería haber dudas" de que el régimen de Bashar al Assad perpetró la semana pasada un ataque químico, mientras el presidente Barack Obama sigue analizando qué respuesta adoptar.
"No debería haber dudas, para nadie que aborde lógicamente este tema, de que el régimen sirio es responsable del uso de armas químicas el 21 de agosto en las afueras de Damasco", afirmó en una rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Es "irrefutable" que las tropas sirias utilizaron gases tóxicos y creer lo contrario es "absurdo", precisó el portavoz.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ya afirmó el lunes que era "innegable" que se había llevado a cabo un ataque químico en Siria, aunque sin precisar quién lo perpetró.
El régimen de Al Assad y la oposición se acusan mutuamente de la responsabilidad del ataque, que habría dejado cientos de muertos.
Carney adelantó además que el gobierno estadounidense difundirá "esta semana" un documento de los servicios de inteligencia que demostrará que las tropas de Al Assad utilizaron armas químicas, lo que establecería que Damasco habría traspasado la "línea roja" que trazó Obama en agosto del año pasado.
El mandatario estadounidense seguía el martes analizando con sus consejeros qué medidas tomar en respuesta al presunto ataque, según confirmó el portavoz de la Casa Blanca, al tiempo que funcionarios de su gobierno mantenían los contactos diplomáticos con los gobiernos aliados.
"Hemos desplazado recursos al terreno para cumplir y acatar cualquier opción que el presidente (Obama) desee emprender", dijo el secretario de Defensa, Chuck Hagel.
Obama recibió este martes el apoyo del primer ministro canadiense, Stephen Harper, quien "comparte la visión de que el reciente ataque químico fue llevado a cabo del régimen sirio".
Los principales socios occidentales de Washington dieron este martes señales de acelerar su decisión sobre Siria. El Parlamento británico se reunirá el jueves para votar una respuesta, mientras el presidente francés, François Hollande, dijo que en unos días tomará una decisión sobre una acción militar.
El jefe de la diplomacia estadounidense sigue en permanente contacto con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, su homóloga europea Catherina Ashton, los líderes de la OTAN y la Liga Árabe, así como los ministros de Exteriores de Reino Unido, Francia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes o Jordania.
También ha hablado con el responsable de la diplomacia siria, Walid Mualem, y con Serguei Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, país que apoya al régimen de Asad y que puede ejercer su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU en el caso de que el órgano vota aprobar una intervención en el país árabe.
"Las posibilidades que estamos examinando no son para derrocar al régimen" sirio, puntualizó Carney.