BRASILIA.- El canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, afirmó hoy que la salida clandestina del senador opositor boliviano Roger Pinto Molina de la embajada brasileña en La Paz no alterará las relaciones bilaterales entre los dos países.
"El episodio del senador no alterará las relaciones de Brasil con Bolivia", dijo Figueiredo, en declaraciones que divulga la Presidencia brasileña.
Horas antes, Morales también le había restado trascendencia al impacto que el incidente tuvo en las relaciones entre Brasilia y La Paz, al expresar que a su entender existen "algunos grupos de Brasil que quieren hacernos enfrentar con la compañera Dilma pero no lo van a poder porque hay madurez política".
La fuga de político opositor al gobierno del presidente boliviano Evo Morales ocurrió el pasado viernes, cuando el legislador abandonó la sede diplomática brasileña, donde estaba con estatus de asilo diplomático desde mayo de 2012, sin que Morales le hubiera concedido el salvoconducto y sin que el gobierno brasileño hubiera autorizado su traslado a Brasil.
Su salida de Bolivia y entrada a Brasil, donde aguarda que el Consejo Nacional de Refugiados (Conare) le conceda refugio, fue coordinada por el entonces encargado de negocios de Brasil en La Paz, Eduardo Saboia, quien fue alejado del cargo.
Debido a las circunstancias de la fuga tanto Rousseff como Morales expresaron su malestar ante la situación, y se reunieron hoy en Surinam, aprovechando la participación de ambos en la séptima cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), para tratar el asunto.
Durante la reunión de 74 minutos que mantuvieron en Paramaribo, Rousseff le manifestó a Morales su "completo repudio" por la fuga del legislador opositor, y le dijo que Brasil "jamás hubiera concordado con retirar a un asilado de una embajada nuestra sin garantías plenas en relación a su vida y su seguridad".
Así lo informó hoy al término de la cita el canciller brasileño Figueiredo, quien agregó que la presidenta le aclaró a Morales que la permanencia del senador en Brasil depende exclusivamente del parecer del Conare, organismo que depende del Ministerio de Justicia.
La aclaración responde al hecho de que en un primer pronunciamiento tras la fuga, Morales pidió la inmediata "devolución" del senador, a quien tildó como "delincuente".
Paralelamente, la Fiscalía General boliviana envió a la policía internacional Interpol todas las acusaciones que pesan contra Pinto para que el organismo dicte orden de captura.
Morales, a su turno, le informó a la mandataria, según consignó el diario brasileño "Folha de Sao Paulo", que enviará al Ministerio Público de Brasil y la Conare toda la información relativa a los procesos judiciales contra Pinto que tramitan en Bolivia.
Esto porque debido a la existencia de acuerdos internacionales destinados al combate a la corrupción, firmados por Brasil, el legislador, en caso de permanecer en el país, podrá responder por los delitos de corrupción que se le imputan ante la Justicia brasileña.
En caso de que Brasil no le conceda asilo a Pinto, algo que según su abogado, Fernando Tiburcio, es muy poco probable, se pedirá asilo a otros países. Según Tiburcio, quien hospeda en su casa en Brasilia a su cliente, ya hay dos países con los que está negociando el asunto, y descartó que uno de ellos sea Uruguay, como se había manejado anteriormente.
