BRASILIA.- Brasil goleó 6-0 a Australia la tarde de este sábado en el Estadio Mané Garrincha de Brasilia, en partido amistoso con miras al Mundial de 2014.
El delantero Jo anotó el primer tanto a los 7 minutos, y luego volvió a inflar las redes australianas a los 33. Cuando la visita aún no se recuperaba del impacto, Neymar recibió el balón en contragolpe y marcó el tercero, a los 34.
Luego, Ramires marcó a los 57 y Alexandre Pato, que entró en el segundo tiempo, anotó a los 71. Finalmente, Luiz Gustavo selló el triunfo a los 83.
Otra vez protestas
Unos 800 manifestantes que participaron de las protestas enmarcadas en el Día de la Independencia en Brasil protagonizaron violentos enfrentamientos con la policía al intentar acercarse al Estadio Nacional Mané Garrincha, en Brasilia, previo al duelo entre sudamericanos y oceánicos.
Efectivos del Batallón de Choque y de Caballería usaron bombas de gas lacrimógeno y gas de pimienta para dispersar a la multitud, cuando ésta se encontraba a unos 500 metros de la arena mundialista, pese a que se había dispuesto un cordón de aislamiento de un kilómetro en torno al estadio.
La represión ocurrió en forma simultánea a la llegada de los primeros hinchas al estadio, lo que resultó en que varios de ellos también se vieran afectados por las bombas arrojadas por la policía.
Para evitar, precisamente, que se produjeran disturbios en la puerta del estadio, tal como ocurrió en junio pasado, durante la Copa Confederaciones, cuando centenas de personas protestaron contra los gastos excesivos y poco claros del gobierno para organizar el Mundial de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.
Los activistas que intentaron llegar hoy hasta el Mané Garrincha protagonizaron más temprano otro enfrentamiento con la policía, al intentar invadir la sede del Congreso Nacional y poco después la sede de la Red Globo en la capital federal.
Los incidentes ocurrieron poco después de terminado el desfile oficial por el Día de la Independencia, del cual participó la Presidenta Dilma Roussef quien recorrió la avenida a bordo del Rolls Royce presidencial ante un público notoriamente menor que el que suele acompañar los festejos.
Muchos de los manifestantes marcharon con los rostros cubiertos por máscaras o camisetas usadas a modo de burka, desafiando la disposición de la policía, que el viernes anunció que quienes manifestaran ocultando el rostro podrían ser conducidos a la comisaría para su identificación.
Las manifestaciones fueron convocadas en todo el país por el grupo anarquista "Black Bloc" y los hackers de "Anonymous" y la consigna principal es el combate a la corrupción.
Ante la inminencia de las protestas, Rousseff manifestó que la población tiene "todo el derecho de indignarse con lo que está mal y exigir cambios", aunque acotó que no se puede dejar de reconocer que el país registró "grandes resultados".
Este año, y ante las revueltas programadas, la seguridad en toda la capital federal fue reforzada, especialmente en las proximidades de los lugares donde se realizaron los desfiles cívico militares, con la participación de más de 4.000 efectivos.