Salim Idris
EFEEL CAIRO.- El jefe del Ejército Libre Sirio (ELS), Salim Idris, rechazó hoy el acuerdo alcanzado entre Rusia y EE.UU. para que Siria ponga su arsenal químico bajo control internacional y aseguró que los rebeldes continuarán su lucha contra el régimen.
"No estamos interesados en ninguna parte de la iniciativa porque nosotros no tenemos armas químicas. Mis colegas y yo continuaremos los combates hasta la caída del régimen", prometió Idris en una rueda de prensa en Estambul transmitida por las televisiones árabes.
El líder rebelde se quejó de que el plan presentado por Moscú para que Damasco deje sus armas químicas bajo supervisión internacional no hable del pueblo sirio ni del armamento convencional.
"Es como si la sangre de los sirios fuera un puente para destruir solo las armas químicas", se quejó Idris, para quien no es posible que "un criminal entregue la herramienta del crimen y se le deje libre. Hay que llevar a (Bachar) al Assad ante tribunales internacionales)".
Además, expresó su desconfianza hacia Rusia porque "es socio en el asesinato de los sirios: Vemos en la iniciativa una estrategia para ganar tiempo y encontrar una salvación para el régimen criminal".
En ese sentido, denunció que en los últimos días han recibido informaciones de que las autoridades sirias están trasladando las armas químicas al Líbano e Irak para ganar tiempo.
Pese a rechazar el plan ruso, aceptado por el Gobierno sirio, Idris aseguró que el ELS no va a obstaculizar el trabajo de los inspectores internacionales que lleguen a Siria para verificar el desmantelamiento del arsenal químico.
"Facilitaremos sus movimientos, pero no va a haber un alto el fuego", avisó.
Y señaló que la oposición armada no tiene intención de acudir a negociaciones con el régimen en Ginebra hasta lograr "garantías de que Bachar y su banda criminal no tendrán un sitio en Siria" en el futuro.
De esta manera, Idris reaccionó al anuncio de un acuerdo este sábado entre el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, después de tres días de reuniones en Ginebra.
"Hemos acordado que los sirios deben dar a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas y a su personal un acceso inmediato y total para inspeccionar todos los sitios (de almacenamiento) en el país", explicó Kerry.
Según lo pactado entre Washington y Moscú, Damasco tendrá plazos mucho más cortos que los establecidos en la Convención para la Prohibición de Armas Químicas para deshacerse de su arsenal.
Así, la inspección de los lugares de almacenamiento y producción que se declaren deberá completarse en noviembre para que ese mismo mes se destruyan los equipamiento de fabricación y mezcla de sustancias tóxicas.