WASHINGTON.- Un comandante de la Marina de Estados Unidos contó el lunes como se salvó tras ver a un compañero de trabajo recibir un tiro en la cabeza a un metro de él, durante el ataque cometido en una base de Washington que dejó al menos 13 muertos.
Poco a poco comenzaron a surgir antecedentes sobre el hombre que irrumpió este lunes en un edificio de un complejo de esta institución en Washington. Fue identificado como Aaron Alexis, de 34 años y ex militar de la Marina oriundo de Nueva York.
Su última dirección estaba en Fort Worth (Texas). Tenía antecedentes que muestran por lo menos un incidente anterior que involucró armas.
La jefa de la Policía Metropolitana de Washington D.C., Cathy Lanier, señaló que todavía buscan a otros dos posibles cómplices del tiroteo. Uno de ellos sería un hombre blanco que viste uniforme de la Armada y otro afroamericano de unos 50 años, quien lucía un uniforme militar.
La trágica balacera generó conmoción en EE.UU. Varios edificios públicos, incluyendo la Casa Blanca, mostraron la bandera estadounidense izada a media asta.
Veterano
De acuerdo a datos conocidos hoy y que fueron entregados por la Marina, el atacante muerto era un veterano de esa fuerza, donde estuvo alistado entre 2007 y 2011. En ese tiempo se graduó como oficial de electrónica de la aviación de tercera clase.
Durante su servicio militar fue condecorado con la medalla del Servicio de Defensa Nacional y la Medalla al Servicio en la Guerra Global contra el Terrorismo, de acuerdo con la información oficial.
Medios estadounidenses habían afirmado que Alexis se desempeñaba tras su salida de las Fuerzas Armadas bien como contratista militar o empleado civil de la Marina. Esa posición habría facilitado que pudiera entrar a primera hora de la mañana en el recinto militar donde perpetró el ataque.
El FBI, el primero en revelar la identidad del agresor, no ha querido confirmar sin embargo esa última información. Por el momento se ha limitado a emitir un boletín solicitando datos sobre Alexis.
Por su parte, el secretario de la Marina, Ray Mabus, indicó en entrevista con la cadena estadounidense CNN que aunque Alexis fue en algún momento contratista de la Marina, no está claro si seguía ejerciendo como tal.
"Lo único que sabemos es que en un momento fue contratista de la Marina. Si es algo que era todavía, no lo sé", declaró Mabus.
Mientras tanto, la policía de Seattle reveló que el agresor tenía antecedentes por un incidente registrado en 2004, cuando fue arrestado por disparar contra las ruedas de un vehículo perteneciente a trabajadores de una construcción próxima a la casa donde residía.
De acuerdo con los datos, Alexis describió el incidente como una reacción provocada por su enojo ante la situación, que sintió como una "falta de respeto" hacia él.
Asimismo, dijo que había estado presente durante los atentados del 11-S en Nueva York y que ello lo había "perturbado".
Su padre confirmó posteriormente que Alexis había participado en las tareas de rescate en las Torres Gemelas y que tras ello tuvo problemas de "ira" asociados con el síndrome de estrés postraumático.
"Estábamos hablando y cayó muerto"
Uno de los testigos de la balacera, el oficial de la Marina Tim Jirus, relató que había evacuado a los trabajadores de su departamento después de oír lo que sonaban como "disparos amortiguados" en otra área de la base.
"Sonaba como una pistola de juguete que se apagaba. De pequeño calibre, en todo caso. Después de un minuto o dos después de eso, alguien corría por el pasillo diciendo 'Hey, todo el mundo fuera del edificio'", dijo Jirus, en declaraciones a la cadena CNN.
En medio de la confusión, un hombre del departamento de mantenimiento de la base llegó a su lado para hablarle.
"Se acercó y me dijo que escuchó que había un tirador en nuestro edificio. Estábamos parados aquí, quizá a casi un metro de distancia mientas hablábamos: escuché dos disparos más y él cayó tendido. Fue entonces que comencé a correr", describió.
"Estoy bastante seguro de que murió porque fue alcanzado en la cabeza por un disparo. Es traumático. No me siento con suerte porque él haya sido baleado en vez de mi, pero sí me siento afortunado de estar ahora aquí", acotó.
Otro testigo dijo a la cadena NBC News cómo vio al autor del ataque disparar silenciosamente en su contra, pero falló.
"Fuimos afortunados porque estuviera lo suficientemente lejos de nosotros y que fuera un mal tiro", sostuvo Terry Durham, empleada civil del recinto.
Ella dijo que vio al tirador a poco más de 35 metros, en la parte opuesta de un pasillo, cuando evacuaba el tercer piso de su complejo de oficinas.
"Era un hombre alto que parecía tener la piel oscura y que estaba con una especie de uniforme y un rifle," describió. "Se dirigió a nosotros y nos disparó, pero falló, gracias a Dios", relató.
Uno de los compañeros de trabajo de Durham, ToddBrundivge, dijo que el pistolero había actuado con una serenidad escalofriante.
"No hubo palabras. Él levantó el arma y comenzó a disparar; no dijo absolutamente nada", precisó.