Laurent Fabius, de Francia, y Serguei Lavrov, de Rusia, expresaron los desacuerdos de sus gobiernos sobre cómo enfrentar la crisis de Siria.
ReutersWASHINGTON.- La ofensiva lanzada por Rusia, principal apoyo exterior con el que cuenta el régimen de Bashar Al-Assad, para avanzar en soluciones diplomáticas al conflicto en Siria, sigue generando polémica y resistencia entre los miembros occidentales del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, encabezados por Estados Unidos.
Este martes, Moscú y París vivieron una jornada de persistentes desacuerdos centrados en determinar quién cometió los ataques con gas venenoso contra la población civil en agosto pasado, y si es posible adoptar una resolución del organismo que sea vinculante para Damasco.
Así, el canciller francés, Laurent Fabius, reafirmó que su gobierno no tiene "ninguna duda sobre la responsabilidad" del régimen de Assad en la mortal acción.
Al mismo tiempo, el gobierno galo defiende la adopción de una resolución "fuerte" que incluya "consecuencias" si Damasco no cumple sus compromisos para desmantelar su arsenal químico.
Mientras tanto, su colega ruso, Serguei Lavrov, insistió en que tiene "razones serias" para creer que el ataque químico fue "una provocación".
Tras una reunión, ambos coincidieron en que las dos potencias tienen "enfoques distintos" sobre la forma de solucionar la crisis. No obstante, aseguraron que tienen el objetivo común de poner fin al sangriento conflicto, que deja hasta ahora más de 100.000 muertos.
Lavrov recalcó que una resolución del Consejo de Seguridad sobre el desmantelamiento del arsenal químico sirio "no invocará el capitulo 7" de la Carta de la ONU, que prevé el uso de la fuerza.
El Kremlin indicó esta noche que continuará sus esfuerzos diplomáticos con el viaje a la capita siria de su viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, para entrevistarse con el ministro de Exteriores, Walid Mualem.
"A contracorriente"
Mientras tanto, Estados Unidos arremetió contra Moscú, al que acusó de nadar "a contracorriente de la opinión pública internacional pero, más importante, a contracorriente de los hechos", según indicó la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.
Hoy, diplomáticos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU., Francia, Rusia, China y Reino Unido) discutieron un proyecto de resolución dirigido a garantizar el desmantelamiento efectivo del arsenal químico de Siria, sin lograr avances.
La cita fue suspendida y continuará este miércoles. "El ambiente era constructivo, pero los problemas no se resolvieron, vamos a seguir negociando", declaró uno de los participantes.
Por su lado, el régimen de Assad afirmó que EE.UU., Francia y el Reino Unido "levantaron el velo sobre su verdadero objetivo, que es imponer su voluntad al pueblo sirio".
Del mismo modo, volvió sobre sus afirmaciones en cuanto a que el apoyo a los rebeldes implica respaldar a "grupos terroristas armados" ligados al Frente al Nosra, cercano a Al Qaeda.
Un dirigente oficialista que pidió el anonimato estimó que los rebeldes poseen misiles y gas sarín. "Los terroristas fabrican misiles tierra-tierra a nivel local y lo más probable es que los hayan utilizado para transportar esta materia", señaló, refiriéndose al gas sarín.