BRASILIA.- La Policía Federal brasileña desarticuló hoy dos redes integradas por empresarios, alcaldes y policías civiles que actuaban en el Distrito Federal y otros nueve estados desviando dinero de organismos públicos vinculados a la Seguridad Social.
Según informan medios locales, hasta el momento han sido cumplidas 17 del total de 102 órdenes de prisión contra los presuntos integrantes de dos grupos delictivos, que se estima desviaron unos 300 millones de reales (unos 137 millones de dólares) en 18 meses.
Participaron de la denominada "Operación Miquéias" más de 300 agentes federales en el Distrito Federal y los estados de Amazonas, Goiás, Maranhao, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Sao Paulo, Río de Janeiro y Rondonia.
Ambos grupos delictivos trabajaban mediante una sociedad que consistía en que uno de ellos se encargaba de desviar dinero de los organismos responsables por la Seguridad Social, mientras que el otro se ocupaba de "lavar" el dinero recaudado.
Según las investigaciones, los delincuentes utilizaban cuentas bancarias de empresas "fantasmas", abiertas en nombre de testaferros para ocultar la identidad de los responsables de los movimientos financieros.
Después de que los recursos desviados se acreditaban e las cuentas bancarias de las empresas "de fachada", los montos circulaban entre todas las cuentas pertenecientes al grupo hasta que se conseguía obtener el dinero en efectivo.
Según la revista "Istoé", al menos dos comisarios de la Policía Civil están entre los detenidos. El organismo, según las investigaciones, actuaba como "protección" de los delincuentes.
Según la Policía Federal, se trata de la primera operación de la historia de la corporación volcada al combate de este tipo de delito.