BEIJING.- El ex secretario del Partido Comunista (PCCh) en la municipalidad central china de Chongqing, Bo Xilai, fue condenado a cadena perpetua tras ser declarado culpable del delito de corrupción.
Con esto, se pone fin a uno de los escándalos políticos más sensacionalistas de ese país en varios decenios, según han informado medios locales.
El ex dirigente chino fue sentenciado a cadena perpetua por los cargos de soborno, mientras que por el el ilícito de malversación recibió una pena de 15 años.
También fue castigado con otros 7 años de presidio efectivo por el hecho acreditado de abuso de poder.
Bo, con el pelo corto y con una camisa blanca, se puso de pie para escuchar el veredicto.
Su caída comenzó cuando su esposa -quien cumple la misma pena- asesinó a un empresario británico.
Posteriormente, el jefe de policía de su ciudad solicitó asilo político en el consulado estadounidense, alegando que tenía información sobre el caso.
Bo fue investigado más tarde por corrupción.
El juicio contra el ex dirigente comenzó el jueves 22 de agosto y según la acusación presentada en su contra en julio, "Bo, como funcionario público, se aprovechó de su cargo para sacar provecho para otros y aceptó grandes cantidades de dinero y de propiedades".
Bo también fue ministro de Comercio y hasta el estallido del escándalo era uno de los favoritos a ascender a los puestos más altos del Gobierno chino.