WASHINGTON.- La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense reveló varios casos de abusos de sus empleados en su trabajo, en los que se dedicaron a espiar a personas de su entorno, como respuesta a una solicitud de transparencia del senador republicano Chuck Grassley.
En total se trata de una docena de casos de abusos del aparato de seguridad por intereses personales registrados desde 2003 y divulgados el jueves a pedido del senador.
Otros tres casos aún están siendo investigados. Muchos de los hechos fueron descubiertos únicamente gracias a pruebas con detectores de mentiras o porque fueron los propios empleados los que confesaron.
Un colaborador espió entre 1998 y 2003 sin orden oficial nueve teléfonos de mujeres extranjeras y escuchó enteras determinadas conversaciones. La situación salió a la luz cuando su prometida, que también trabajaba para el gobierno, empezó a sospechar. El hombre fue suspendido y renunció antes de que se decidiera cuál sería la sanción.
En 2004, una empleada reconoció que hizo comprobar un número de teléfono extranjero que encontró en el celular de su marido, porque sospechaba que la estaba engañando. Como consecuencia fueron grabadas algunas de sus conversaciones. La mujer dimitió y por eso no fue sancionada.
Otro empleado hizo vigilar durante un mes en 2003 el número de teléfono de su novia extranjera, para comprobar que no tuviera antecedentes. Con el mismo argumento otra empleada controló a su novio extranjero y a sus contactos.
Otro colaborador ordenó ya el primer día de trabajo espiar cinco direcciones de e-mail de su ex novia. Pero como se trataba de una estadounidense, hubo un control de rutina y la acción se descubrió apenas cuatro días después. En Estados Unidos hay prohibiciones judiciales de espionaje contra sus ciudadanos.
El espionaje privado de los empleados de la NSA fue descubierto hace unos meses. El senador Grassley exigió a causa de ello más información al respecto.