Reuters
WASHINGTON.- Los turistas tendrán que salir de los parques nacionales; algunos ex soldados se verán obligados a esperar más para que les aprueben sus prestaciones por discapacidad y muchas inspecciones alimentarias de rutina serán canceladas.
Tales son algunas de las consecuencias inmediatas que tendría el cierre de agencias federales forzado por el impasse en el Congreso sobre el presupuesto de EE.UU.
Las anteriores son algunas de las consecuencias inmediatas si el martes dejan de funcionar partes del gobierno debido al estancamiento en el Congreso de las negociaciones presupuestarias.
En todo el gobierno entrarán en operación planes listos para mantener en funcionamiento los servicios esenciales y minimizar las consecuencias para la ciudadanía.
Sin embargo, cuanto más dure el cierre del gobierno, los efectos se harán cada vez más evidentes en la vida cotidiana de las personas.
Lo que ocurrirá
Debido al cierre, la Comisión de Apelaciones de Veteranos dejará de emitir fallos, lo cual implica que las decisiones sobre algunos reclamos por discapacidad que hayan presentado ex soldados tendrán que esperar más de lo usual.
También reducirán su ritmo las inhumaciones en los cementerios nacionales.
Si el cierre del gobierno dura semanas, podrían ser interrumpidos los pagos por incapacidad y por pensiones.
Por otro lado, continuarán funcionando la mayoría de los servicios del Departamento de Asuntos para Veteranos. Un 95% del personal está excluido de la paralización o todavía cuenta con presupuesto para continuar recibiendo pagos.
Los trabajadores que reclaman indemnización pueden tramitar los pagos de prestaciones en lo que llega finales de octubre, cuando comienza a terminarse los recursos.
Mientras tanto, no serán recibidos nuevos pacientes en investigaciones clínicas en los Institutos Nacionales de Salud, incluidas 255 pruebas para pacientes con cáncer. Pese a ello, continuará la atención a los actuales internados.
La investigación médica federal será reducida y quedará socavada la capacidad del gobierno para detectar e investigar brotes de enfermedades. Del mismo modo, las solicitudes de subvenciones serán aceptadas, pero no resueltas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) suspenderá la mayoría de sus inspecciones alimentarias de rutina, aunque continuará haciéndose cargo de retirar del mercado los productos de alto riesgo. El Departamento de Agricultura, en tanto, mantendrá sus inspecciones a la carne.
No obstante, el punto central de la disputa entre demócratas y republicanos, la discutida ley de atención de salud promovida por el Presidente Barack Obama, debería entrar en vigor. Este martes se estrenan los mercados de los seguros de salud en todo el país, que comenzarán a aceptar clientes para coberturas que comenzarán en enero próximo.
Los elementos centrales de la norma constituyen un derecho, como la Seguridad Social, así que sus recursos no dependen de las asignaciones del Congreso.
Vuelos complicados
Las quejas de los pasajeros de las aerolíneas encontrarán oídos sordos en el gobierno, y habrá un avance más lento en el reemplazo del sistema de tráfico aeronáutico del país, basado en radar, por un sistema GPS.
Las agencias gubernamentales no podrán realizar nuevas pruebas de seguridad en los automóviles ni manejar información para retirar del mercado vehículos defectuosos. Las investigaciones internas del Departamento del Transporte sobre posibles derroches y fraudes en la industria quedarán congeladas.
La mayoría de los investigadores de accidentes que revisan accidentes de aviones, trenes o ductos dejarán de trabajar sin goce de sueldo, pero podría convocárseles en caso necesario.
Los controladores de tráfico aéreo, inspectores de seguridad de las aerolíneas y muchos técnicos que mantienen en funcionamiento el transporte aeronáutico seguirán en sus puestos.
Los viajeros no verán muchos cambios en un primer momento. La empresa ferroviaria Amtrak afirma que puede mantener sus operaciones normales por un tiempo, basada en los ingresos que percibe por la venta de boletos, pero tendrá problemas sin subsidios federales a largo plazo.
Los empleados de la Agencia Federal de Aviación (FAA) en los aeropuertos, la mayoría de los trabajadores de la Agencia Federal de Autopistas, así como los inspectores federales de seguridad en autobuses y camiones seguirán en actividad, porque se les paga a partir de las cuotas de los usuarios. Los inspectores de trenes y ductos también continuarán trabajando.
Parques cerrados
Dentro de las medidas forzadas por el impasse, todos los servicios en los parques serán cancelados y los visitantes tendrán 48 horas para abandonarlos.
Muchos de ellos, como el célebre Yellowstone, estarán cerrados al tránsito y algunos se volverán completamente inaccesibles.
Los museos Smithsonian en Washington cerrarán al igual que el zoológico de la ciudad. En este último recinto, las cámaras que registran cada movimiento del cachorro panda que nació el 23 de agosto serán apagadas.
No obstante, el cuidado y alimentación de los animales del Zoológico Nacional continuará como es habitual.
Al mismo tiempo, se prohibirá el acceso de los turistas a la Estatua de la Libertad en Nueva York, el recorrido Loop Road en el parque nacional de Acadia en Maine, el recorrido Skyline Drive en Virginia y el Parque Histórico Independencia Nacional de Filadelfia, donde se encuentran el Independence Hall y la Campana de la Libertad.
En el Parque Nacional del Gran Cañón las personas deberán regresar a los accesos y se impedirá el paso hacia los miradores ubicados a lo largo de un camino estatal del parque, que continuará abierto.
Además, en algunos parques, donde el acceso no es controlado con puertas o estaciones de ingreso, las personas podrán continuar sus recorridos en vehículo, bicicleta o a pie.
Posiblemente las personas no dejarán de recorrer el Appalachian Trail (Sendero de los Apalaches), por ejemplo, y los parques con carreteras que los atraviesan, como el Great Smokies (las Grandes Montañas Humeantes) posiblemente continuarán disponibles.