Los rebeldes sirios piden armas pesadas para enfrentar a las fuerzas leales al régimen.
EFE (archivo)
PARÍS.- Distintos dirigentes de la oposición siria mostraron su intenso descontento con la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU que impone al régimen de Bashar Al-Assad
la destrucción de su arsenal químico.
Según dirigentes de la insurgencia que se encuentran de visita en la capital francesa, la determinación del organismo finalmente otorga "legitimidad" al Presidente sirio para tratar con la comunidad internacional.
"Este acuerdo es una vergüenza para la ONU, un escándalo. La comunidad internacional ha retenido las armas químicas y olvida las 100.000 víctimas del conflicto", declaró Qasem Saadedin, ex coronel que desertó en 2012 y representa al mando militar del Ejército Sirio Libre (ESL) en el interior del país.
"Assad se ha vuelto alguien respetable, legítimo", se lamentó Yahia Nanah, jefe del consejo provincial de Alepo, estructura elegida en marzo pasado para intentar organizar la vida civil en esta provincia del norte azotada por la guerra civil.
"¿Tantas matanzas para llegar a esto? Como si hubiéramos hecho la revolución siria por una cuestión de armas químicas, cuando la lanzamos para crear un Estado de derecho en Siria", añadió el dirigente.
Según los opositores, la discusión sobre las armas químicas sólo conseguirá brindar tiempo al acosado gobierno de Damasco.
"Este régimen miente y va a ganar tiempo. Le pedimos a Francia que nos apoye de verdad. Nos dirigimos a un pueblo civilizado que conoce el valor de los derechos humanos y queremos decirle que tenemos intereses comunes", enfatizó Saadedin.
Consultado sobre la situación de los rebeldes en Siria, el comandante insurgente aseguró que el ESL sigue "controlando globalmente la situación".
"Pero cuanto más se eternice esto y más esperemos armas que no llegan, más incontrolable se volverá", advirtió.
Los opositores reclaman desde hace meses que la comunidad internacional los provea con armamento pesado para combatir a las fuerzas del régimen.
"Nosotros sólo tenemos armas ligeras. Todas las declaraciones de apoyo que se han hecho no son más que tinta en un papel", se quejó.