ROMA.- La tareas de búsqueda y recuperación submarina de los cadáveres de las víctimas del naufragio del pasado jueves frente a la isla italiana de Lampedusa se reanudan hoy, tras dos días de suspensión a causa de las malas condiciones meteorológicas y marinas.
Unas cuarenta y ocho horas de fuertes vientos y mar movido impidieron que los buzos de la Guardia Costera y de Finanzas, de los bomberos y de la Marina italiana prosiguieran con esta labor, que, por el momento, ha permitido recuperar 111 cadáveres de los tres centenares de víctimas que se calcula ha dejado la tragedia.
Según los medios de comunicación italianos, una mejoría en las condiciones del mar permiten que hoy se reactive la búsqueda submarina, aunque helicópteros y aviones de los cuerpos y fuerzas de seguridad de Italia rastrearon la zona a la espera de que saliera a flote algún cuerpo.
Los testimonios de los 155 supervivientes del naufragio, que próximamente serán trasladados a Roma, hablan de que en la barca, que partió del norte de África en dirección a las costas europeas y que yace en el fondo marino a media milla de la isla, había 518 personas, por lo que bajo el agua puede haber unos 250 cadáveres.
Este sábado se celebró una ceremonia por las víctimas en un hangar del aeropuerto de Lampedusa, en el que yacen 111 ataúdes con los cuerpos hasta ahora recuperados, entre ellos los de cuatro niños, a la espera de ser trasladados a distintos municipios de la vecina isla de Sicilia para su sepultura.
Las cajas mortuorias blancas de los niños, sobre las que se depositaron osos de peluche, se colocaron delante de las tres filas de ataúdes del resto de víctimas, cada una de 40 metros de largo, marcadas con números en vez de nombres.
Al acto, presidido por el párroco Antonio Nastasi, acudieron algunas decenas de los supervivientes a la tragedia, pero también otros de los inmigrantes que se encuentran en el centro de primera acogida de la pequeña isla italiana, considerada por muchos como la puerta de entrada a Europa por mar de la inmigración ilegal.
También participó en la ceremonia la presidenta de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini, quien visitó ayer la isla acompañada de un grupo de parlamentarios.
Boldrini pidió en una rueda de prensa que se cambie la dura legislación migratoria actual de Italia, sobre todo la llamada ley "Bossi-Fini" de 2002, por la que se pueden encausar a quienes lleven a territorio italiano a indocumentados y por la que se abrirá una investigación a los 155 supervivientes de la tragedia por un delito de inmigración ilegal.
La tragedia de estos inmigrantes africanos que querían llegar a Europa arriesgando la vida no ha frenado el flujo de indocumentados hacia el sur de Italia, ya que ayer llegaron en dos embarcaciones a la isla de Sicilia 325 personas, que aseguran proceder de Siria.