LA HAYA.- El jefe del organismo de control global de armas químicas con sede en La Haya sostuvo este miércoles que las autoridades de Damasco se han mostrado constructivas y cooperativas en las primeras etapas del proceso de destrucción del arsenal sirio.
Ahmet Uzumcu, director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), indicó que los expertos internacionales apuntan a visitar 20 zonas en los próximos días y semanas, y que podrían eliminar las armas químicas de Siria para mediados de 2014 si logran el apoyo de todas las partes en el conflicto.
"La cooperación ha sido bastante constructiva y diría que las autoridades sirias han sido cooperativas", dijo Uzumcu en una conferencia de prensa en La Haya.
"Si podemos asegurar la cooperación de todas las partes y si se puede establecer algún alto el fuego para dejar que nuestros expertos trabajen en un entorno permisivo, creo que se pueden alcanzar los objetivos", dijo.
Siria envió el mes pasado una declaración con su arsenal químico a la OPAQ, pero no se han revelado los detalles. Los expertos en armamento químico creen que Siria tiene casi 1.000 toneladas de gas sarín, mostaza y VX. Parte del gas está almacenado en bruto y otra parte está cargada en misiles o cohetes.
Bajo un acuerdo mediado entre Rusia y Estados Unidos el mes pasado, Siria debe anular todas las instalaciones de producción y relleno de armas para noviembre. El programa de armas químicas sirio se debe destruir por completo para el 30 de junio de 2014.
Se cree que la mayor parte de los agentes químicos están almacenados en territorio bajo control de las fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad, quien prometió garantizar la seguridad de los expertos.
El equipo que se encuentra en Siria está formado por 27 expertos.
Para que ingresen a zonas donde continúan las hostilidades, el Gobierno sirio y la ONU deberá negociar ceses al fuego con las fuerzas rebeldes.
Un funcionario de OPAQ, hablando bajo condición de anonimato, dijo que se cree que los lugares con armas químicas que están ahora en manos rebeldes o en zona de conflicto fueron vaciados antes de que comenzaran los enfrentamientos en el área, pero que en algún momento se los deberá inspeccionar para asegurarse de que no son utilizados.